Camino de la Serenidad es la historia de un viaje que comenzó por casualidad y que se acabó convirtiendo en una peregrinación de consecuencias impredecibles para los protagonistas. En esta deliciosa aventura se mezclan los miedos personales, el esfuerzo físico como fórmula de autosuperación y la fe, a lo largo de los 800 kilómetros que configuran el Camino de Santiago.
Elaine nunca se había considerado una peregrina. De hecho, ni siquiera tenía claro dónde se estaba metiendo cuando su marido Joe le propuso coger un avión hasta España con una mochila al hombro, cruzar la frontera francesa e iniciar una caminata desde Saint-Jean-Pied-de-Port sin ningún tipo de preparación física ni plan preconcebido. Como psicóloga del Ejército de los Estados Unidos, Elaine había dedicado los últimos veinte años de su vida a tratar a combatientes de guerra y, sus historias cada vez más horripilantes, la estaban sumiendo en una ansiedad paralizante. Dio el paso y dejó su trabajo sin saber qué vendría detrás y, de manera repentina, llegó un día el anuncio de Joe: «Quiero completar el Camino de Santiago y quiero que me acompañes».
Joe había dedicado su vida a la aventura, ya fuese navegando, haciendo trekking o submarinismo por cualquier rincón del mundo. Siempre en busca de aventuras. Cada año completaba una etapa de la ruta del Sendero de los Apalaches con su padre, pero, en una ocasión en la que había pospuesto el viaje dejando que su padre lo recorriera solo, éste falleció sin previo aviso. Este hecho marcaría su vida hasta un punto que ni él mismo podría sospechar.
Sin preparación física previa, sin planes preconcebidos, sin una lista de hoteles ni de albergues en los que pasar la noche, Elaine y Joe suben a un avión e inician un viaje sorprendente en el que poco a poco irán descubriendo que nada ocurre por casualidad: lugares de ensueño por el norte de España, personas procedentes de distintas partes del mundo que como ellos han acabado en el Camino, individuos que aparecen cómo ángeles de la guarda cuando están a punto de perder la esperanza… Todos tienen juegan un papel en su camino.
Este libro de viajes es también un libro espiritual que atrapa desde el primer momento por la fuerza narrativa de sus protagonistas, dos personas dispuestas a superar sus miedos con una mochila al hombro y que sin saber qué buscaban se reencontraron con la fe, finalmente descubriendo la paz en el Camino de Santiago.
Elaine nunca se había considerado una peregrina. De hecho, ni siquiera tenía claro dónde se estaba metiendo cuando su marido Joe le propuso coger un avión hasta España con una mochila al hombro, cruzar la frontera francesa e iniciar una caminata desde Saint-Jean-Pied-de-Port sin ningún tipo de preparación física ni plan preconcebido. Como psicóloga del Ejército de los Estados Unidos, Elaine había dedicado los últimos veinte años de su vida a tratar a combatientes de guerra y, sus historias cada vez más horripilantes, la estaban sumiendo en una ansiedad paralizante. Dio el paso y dejó su trabajo sin saber qué vendría detrás y, de manera repentina, llegó un día el anuncio de Joe: «Quiero completar el Camino de Santiago y quiero que me acompañes».
Joe había dedicado su vida a la aventura, ya fuese navegando, haciendo trekking o submarinismo por cualquier rincón del mundo. Siempre en busca de aventuras. Cada año completaba una etapa de la ruta del Sendero de los Apalaches con su padre, pero, en una ocasión en la que había pospuesto el viaje dejando que su padre lo recorriera solo, éste falleció sin previo aviso. Este hecho marcaría su vida hasta un punto que ni él mismo podría sospechar.
Sin preparación física previa, sin planes preconcebidos, sin una lista de hoteles ni de albergues en los que pasar la noche, Elaine y Joe suben a un avión e inician un viaje sorprendente en el que poco a poco irán descubriendo que nada ocurre por casualidad: lugares de ensueño por el norte de España, personas procedentes de distintas partes del mundo que como ellos han acabado en el Camino, individuos que aparecen cómo ángeles de la guarda cuando están a punto de perder la esperanza… Todos tienen juegan un papel en su camino.
Este libro de viajes es también un libro espiritual que atrapa desde el primer momento por la fuerza narrativa de sus protagonistas, dos personas dispuestas a superar sus miedos con una mochila al hombro y que sin saber qué buscaban se reencontraron con la fe, finalmente descubriendo la paz en el Camino de Santiago.