Todo es una historia
Primero la promesa de hacerlo y luego la preparación. Cada pedaleada, como puede ser cada paso, fortalece para las miles a hacer en el Camino, por el norte de España.
Por cientos de años, los pregrinos, han marcado una senda en que la que acompañados de babeles de culturas, conjugan intereses filosóficos, religiosos, turísticos y hasta deportivos.
Cada región con su gente, cerros, pampas, arte, algunos perdidos en el tiempo, parece se ha preparado por años para recibir al peregrino. Muchos residentes han acondicionado sus casas para dar albergue por módicas sumas y muchos de lejanas tierras se han quedado ayudando, como hospitaleros, en los albergues.
Luego de esta experiencia y tanto aprendizaje es imperativo compartirla con desonocidos que luego serán conocidos, como cuando se comparte en albergues. Quizá habrá una oportunidad de encuentro más adelante en este buen camino.
Martín, mi amigo dedicaba, cada tramo a un miembro de su familia, David el catalán, sin importarle cuantos viajes le llevaría, lo hacía pidiédole al Apóstol que su esposa concibiera. y yo, dando gracias por los favores recibidos, en lejanas tierras venezolanas, asumiendo que todo lo había recibido. Y cada peregrino con sus necesidades y promesas diferentes.
Justo, ahora luego de haber recuperado mi capacidad de escribir y caminar, compartitr el resto de la historia, es más que eso; es mi actitud ante la vida.
Todo es una historia
Primero la promesa de hacerlo y luego la preparación. Cada pedaleada, como puede ser cada paso, fortalece para las miles a hacer en el Camino, por el norte de España.
Por cientos de años, los pregrinos, han marcado una senda en que la que acompañados de babeles de culturas, conjugan intereses filosóficos, religiosos, turísticos y hasta deportivos.
Cada región con su gente, cerros, pampas, arte, algunos perdidos en el tiempo, parece se ha preparado por años para recibir al peregrino. Muchos residentes han acondicionado sus casas para dar albergue por módicas sumas y muchos de lejanas tierras se han quedado ayudando, como hospitaleros, en los albergues.
Luego de esta experiencia y tanto aprendizaje es imperativo compartirla con desonocidos que luego serán conocidos, como cuando se comparte en albergues. Quizá habrá una oportunidad de encuentro más adelante en este buen camino.
Martín, mi amigo dedicaba, cada tramo a un miembro de su familia, David el catalán, sin importarle cuantos viajes le llevaría, lo hacía pidiédole al Apóstol que su esposa concibiera. y yo, dando gracias por los favores recibidos, en lejanas tierras venezolanas, asumiendo que todo lo había recibido. Y cada peregrino con sus necesidades y promesas diferentes.
Justo, ahora luego de haber recuperado mi capacidad de escribir y caminar, compartitr el resto de la historia, es más que eso; es mi actitud ante la vida.
Todo es una historia