Candido, O El Optimismo

Donde se da cuenta de como fuæ criado Candido en una hermosa quinta, y como de ella fuæ echado Þ patadas. En la quinta del Seíor baron de Tunderten-tronck, têtulo de la Vesfalia, vivia un mancebo que habia dotado de la êndole mas apacible naturaleza. Vêase en su fisonomêa su alma: tenia bastante sano juicio, y alma muy sensible; y por eso creo que le llamaban Candido. Sospechaban los criados antiguos de la casa, que era hijo de la hermana del seíor baron, y de un honrado hidalgo, vecino suyo, con quien jamas consintiï en casarse la doncella, visto que no podia probar arriba de setenta y un quarteles, porque la injuria de los tiempos habia acabado con el resto de su Þrbol genealïgico. Era el seíor baron uno de los caballeros mas poderosos de la Vesfalia; su quinta tenia puerta y ventanas, y en la sala estrado habia una colgadura. Los perros de su casa componian una xauria quando era menester; los mozos de su caballeriza eran sus picadores, y el teniente-cura del lugar su primer capellan: todos le daban seíorêa, y se echaban Þ reir quando decia algun chiste