El crecimiento imparable de los índices de criminalidad en Caracas, la sitúa en la cabeza de uno de los ranking más despreciables que existen: es una de las diez ciudades más violentas del planeta. Pero más allá del cómputo estadístico, herramienta esencial para comprender la magnitud del problema, la violencia adquiere representaciones emocionales concretas en la vida de quienes la padecen y que dan verdadera cuenta de la profundidad de una herida social, que lejos de curarse, cada día sangra más.
Héctor Torres se ha dado la tarea de individualizar las historias que conforman ese magma brutal de alteraciones que se producen cuando la violencia se adhiere a la marcha vital de una ciudad, forzando a quienes la habitamos al confinamiento. El autor ha reunido en este volumen treinta crónicas tomadas de las calles caraqueñas, cuyos personajes, tan reales como usted, han tenido que resignarse ante la posibilidad de la muerte, han recibido los atropellos más humillantes del hampa, han sido saqueados, amenazados, ofendidos y golpeados... Pero también se han tropezado, en ocasiones, con unas rendijas por donde se filtra la esperanza de redención, evidencia de una reserva moral que, eventualmente, nos permitirá erradicar el miedo, ese compuesto invisible que ha transmutado en abuso, arbitrariedad, indolencia, desconfianza y odio.
Héctor Torres se ha dado la tarea de individualizar las historias que conforman ese magma brutal de alteraciones que se producen cuando la violencia se adhiere a la marcha vital de una ciudad, forzando a quienes la habitamos al confinamiento. El autor ha reunido en este volumen treinta crónicas tomadas de las calles caraqueñas, cuyos personajes, tan reales como usted, han tenido que resignarse ante la posibilidad de la muerte, han recibido los atropellos más humillantes del hampa, han sido saqueados, amenazados, ofendidos y golpeados... Pero también se han tropezado, en ocasiones, con unas rendijas por donde se filtra la esperanza de redención, evidencia de una reserva moral que, eventualmente, nos permitirá erradicar el miedo, ese compuesto invisible que ha transmutado en abuso, arbitrariedad, indolencia, desconfianza y odio.