Cartas al vacío son esas cartas que no van dirigidas a nadie, que no son para nadie, pero que a la vez son de todos y para todos. Porque en ellas se exponen nuestros pensamientos y sentimientos más profundos: la tristeza, la soledad, el amor, el desarraigo, el deseo, los infiernos y las tormentas personales, y los sueños no cumplidos. Y todas tienen ese denominador común: el vacío. Ese vacío que todos sentimos o hemos sentido alguna vez. Por ello, esas cartas llegan a lo más profundo y recóndito del lector.
***
Las cartas de Serradell no deben leerse deprisa ni de corrido. Son más para detenerse y releer. Por eso, supongo, son cartas y no emails, porque tienen vocación de papel, para también poder tocarlas o dejarlas caer sobre la mesilla cuando te han despertado alguna sensación atrapada en nuestra existencia virtual y tecnológica.
Kiko Méndez-Monasterio
Escritor y Director de La Gaceta
***
Las cartas de Serradell no deben leerse deprisa ni de corrido. Son más para detenerse y releer. Por eso, supongo, son cartas y no emails, porque tienen vocación de papel, para también poder tocarlas o dejarlas caer sobre la mesilla cuando te han despertado alguna sensación atrapada en nuestra existencia virtual y tecnológica.
Kiko Méndez-Monasterio
Escritor y Director de La Gaceta