La importancia de las Cartas radica en su indudable valor histórico, pues son una fuente inagotable e insustituible de información sobre la vida y la organización social de la Roma de la época y sobre Derecho romano.
Sobrino e hijo adoptivo de Plinio el Viejo, alumno de Quintiliano y amigo de Tácito, de Suetonio y de Trajano, Plinio el Joven se crió y vivió en los círculos sociales y culturales más selectos de Roma de finales del siglo I y comienzos del II; fue nombrado gobernador de Bitinia-Ponto en el año 110. Autor de varias obras hoy perdidas, hasta nosotros han llegado el Panegírico de Trajano y las Cartas, divididas en diez libros. En el presente volumen se recogen éstas, de las cuales los libros I-IX contienen la correspondencia que Plinio mantuvo con numerosos personajes de la época, y el libro X, la oficial entre Plinio y el emperador Trajano. La importancia de las Cartas radica en su indudable valor histórico, pues son una fuente inagotable e insustituible de información sobre la vida y la organización social de la Roma de la época y sobre Derecho romano (en el que Plinio se muestra experto). Constituyen, además, un testimonio de excepción para historiadores de la medicina (descripción de la muerte de su tío, Plinio el Viejo), vulcanólogos (erupción del Vesubio), ingenieros (construcción del canal de Bitinia), estudiosos del arte y arquitectos (descripción de sus villas de recreo) e, incluso, parapsicólogos (descripción de una casa encantada).
Sobrino e hijo adoptivo de Plinio el Viejo, alumno de Quintiliano y amigo de Tácito, de Suetonio y de Trajano, Plinio el Joven se crió y vivió en los círculos sociales y culturales más selectos de Roma de finales del siglo I y comienzos del II; fue nombrado gobernador de Bitinia-Ponto en el año 110. Autor de varias obras hoy perdidas, hasta nosotros han llegado el Panegírico de Trajano y las Cartas, divididas en diez libros. En el presente volumen se recogen éstas, de las cuales los libros I-IX contienen la correspondencia que Plinio mantuvo con numerosos personajes de la época, y el libro X, la oficial entre Plinio y el emperador Trajano. La importancia de las Cartas radica en su indudable valor histórico, pues son una fuente inagotable e insustituible de información sobre la vida y la organización social de la Roma de la época y sobre Derecho romano (en el que Plinio se muestra experto). Constituyen, además, un testimonio de excepción para historiadores de la medicina (descripción de la muerte de su tío, Plinio el Viejo), vulcanólogos (erupción del Vesubio), ingenieros (construcción del canal de Bitinia), estudiosos del arte y arquitectos (descripción de sus villas de recreo) e, incluso, parapsicólogos (descripción de una casa encantada).