Gregory Griveaux tiene una cómoda vida como príncipe. Sus únicas obligaciones son tomar clases de esgrima e historia, y por las noches, puede solicitar a cualquier muchacho sirviente que vaya a su dormitorio a complacerlo.
Pero últimamente, incluso el sexo se ha tornado aburrido para el príncipe.
Cuando Gregory conoce a Ben, el muchacho que trabaja en las caballerizas de su padre, despierta en él la curiosidad de explorar otra faceta de su sexualidad; la de ser dominado.
Una tarde, mientras el príncipe está cabalgando se encuentra con Ben y otros dos muchachos sirvientes, que le presentan los placeres de abandonar todo control y ser la parte pasiva del acto.
Pero últimamente, incluso el sexo se ha tornado aburrido para el príncipe.
Cuando Gregory conoce a Ben, el muchacho que trabaja en las caballerizas de su padre, despierta en él la curiosidad de explorar otra faceta de su sexualidad; la de ser dominado.
Una tarde, mientras el príncipe está cabalgando se encuentra con Ben y otros dos muchachos sirvientes, que le presentan los placeres de abandonar todo control y ser la parte pasiva del acto.