Bryan Bell es un joven cazador de tesoros que siempre se mete en problemas, a pesar de que todo vaya en su contra siempre encuentra la manera de salir adelante. Su pasión es la búsqueda de tesoros históricos, sus aventuras te llevaran a conocer lugares de todo el mundo.
En este libro encontraras tres cuentos cortos sobre pequeñas aventuras que nuestro joven aventurero ha vivido. Te invito a conocer un poco más del mundo de Bryan Bell.
Les comparto un extracto del libro:
“Todo comenzó una noche como cualquier otra no tenía nada de especial, me encontraba en la gran manzana la famosa ciudad de “Nueva York”. Había estado visitando a un viejo amigo en el museo ya que recientemente recibieron la donación de unos objetos del periodo de la guerra civil y había solicitado mi ayuda para evaluar los objetos, algo de rutina nada fuera de lo común.
Las piezas que recibieron como donación eran auténticas, realmente se trataban de unas muy buenas piezas para el museo.
Luego de hacer mi evaluación me despedí de mi amigo y decidí dirigirme al hotel debido a que el siguiente día debía partir a Centroamérica, estaba detrás de la pista de un tesoro que siempre había estado en mi cabeza. El Hotel no se encontraba lejos, estaba a tan solo un par de calles del museo así que la caminata me serviría como distracción. Después de caminar un par de calles me encontraba pasando por el famoso Central Park, el parque lucía un poco tenebroso de noche pero no le preste mucha atención. Continúe con mi camino de repente escuche un ruido muy extraño pero a la vez familiar, se escuchó un chasquido como si alguien estuviera cargando un arma.
Trate de ubicar la dirección de donde venía el sonido, luego de unos segundos pude observar a dos sujetos forcejeando. Procure acercarme a ellos haciendo el menor ruido posible, como les decía procure pero una ardilla quebró una rama. Uno de los sujetos que estaba atacando al otro alzo su visto y me apunto con su arma.
– ¿Quién demonios eres?, ¿Qué haces aquí? – dijo el sujeto.
– Bueno amigo solo estaba buscando a mi mascota perdida, ¿No las has visto por aquí? – conteste.
–La verdad no te creo nada, solo eres un mirón y ya sabes que le pasa a los mirones – dijo el sujeto con una vos algo siniestra.
– Tienes razón, creo que lo mejor es que me vaya por donde vine – le dije al sujeto.
–Es demasiado tarde– contesto.
En ese momento sabía que debía hacer algo si no quería morir, justo a tiempo el sujeto que yacía en el suelo comenzó a recuperar la conciencia.
–Oye amigo pero que tal si antes de encargarte de mí, mejor no te encargas de tu amigo que está apunto de dispararte – le conteste al sujeto.
El desconocido se dio la vuelta y estaba a punto de dispararle al otro sujeto, aproveche la distracción y trate de desarmarlo. Forcejeamos unos segundos, le di un par de golpes en el estómago, después de unos instantes de pelea, el arma se disparó e hirió a la persona que trataba de salvar. El desconocido tomo el maletín que estaba en el suelo y cuando estaba a punto de dispararme la policía apareció, el desconocido me dijo que tenía suerte y que no me metiera de nuevo en sus asuntos, salió corriendo del lugar.”
Los invito a leer cualquiera de mis otras novelas que también se encuentran disponibles en Amazon:
-Cazadores De Tesoros Perdidos: La Ciudad Perdida.
-Noches de Arabia: El joven y la princesa.
-El último as del aire.
También pueden seguirme en Facebook y twitter:
https://www.facebook.com/BryanBellTreasureHunter
https://twitter.com/bryanbell_1
No olviden dejar sus reseñas o comentarios, los cuales son muy valiosos para mí. Gracias por darme una oportunidad.
¡Vive la aventura!
En este libro encontraras tres cuentos cortos sobre pequeñas aventuras que nuestro joven aventurero ha vivido. Te invito a conocer un poco más del mundo de Bryan Bell.
Les comparto un extracto del libro:
“Todo comenzó una noche como cualquier otra no tenía nada de especial, me encontraba en la gran manzana la famosa ciudad de “Nueva York”. Había estado visitando a un viejo amigo en el museo ya que recientemente recibieron la donación de unos objetos del periodo de la guerra civil y había solicitado mi ayuda para evaluar los objetos, algo de rutina nada fuera de lo común.
Las piezas que recibieron como donación eran auténticas, realmente se trataban de unas muy buenas piezas para el museo.
Luego de hacer mi evaluación me despedí de mi amigo y decidí dirigirme al hotel debido a que el siguiente día debía partir a Centroamérica, estaba detrás de la pista de un tesoro que siempre había estado en mi cabeza. El Hotel no se encontraba lejos, estaba a tan solo un par de calles del museo así que la caminata me serviría como distracción. Después de caminar un par de calles me encontraba pasando por el famoso Central Park, el parque lucía un poco tenebroso de noche pero no le preste mucha atención. Continúe con mi camino de repente escuche un ruido muy extraño pero a la vez familiar, se escuchó un chasquido como si alguien estuviera cargando un arma.
Trate de ubicar la dirección de donde venía el sonido, luego de unos segundos pude observar a dos sujetos forcejeando. Procure acercarme a ellos haciendo el menor ruido posible, como les decía procure pero una ardilla quebró una rama. Uno de los sujetos que estaba atacando al otro alzo su visto y me apunto con su arma.
– ¿Quién demonios eres?, ¿Qué haces aquí? – dijo el sujeto.
– Bueno amigo solo estaba buscando a mi mascota perdida, ¿No las has visto por aquí? – conteste.
–La verdad no te creo nada, solo eres un mirón y ya sabes que le pasa a los mirones – dijo el sujeto con una vos algo siniestra.
– Tienes razón, creo que lo mejor es que me vaya por donde vine – le dije al sujeto.
–Es demasiado tarde– contesto.
En ese momento sabía que debía hacer algo si no quería morir, justo a tiempo el sujeto que yacía en el suelo comenzó a recuperar la conciencia.
–Oye amigo pero que tal si antes de encargarte de mí, mejor no te encargas de tu amigo que está apunto de dispararte – le conteste al sujeto.
El desconocido se dio la vuelta y estaba a punto de dispararle al otro sujeto, aproveche la distracción y trate de desarmarlo. Forcejeamos unos segundos, le di un par de golpes en el estómago, después de unos instantes de pelea, el arma se disparó e hirió a la persona que trataba de salvar. El desconocido tomo el maletín que estaba en el suelo y cuando estaba a punto de dispararme la policía apareció, el desconocido me dijo que tenía suerte y que no me metiera de nuevo en sus asuntos, salió corriendo del lugar.”
Los invito a leer cualquiera de mis otras novelas que también se encuentran disponibles en Amazon:
-Cazadores De Tesoros Perdidos: La Ciudad Perdida.
-Noches de Arabia: El joven y la princesa.
-El último as del aire.
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No olviden dejar sus reseñas o comentarios, los cuales son muy valiosos para mí. Gracias por darme una oportunidad.
¡Vive la aventura!