El Nueva York de mediados del siglo XIX es una ciudad fascinante, insolente y joven, donde abunda el dinero fresco, gentes llegadas de medio mundo e ideas innovadoras como el telégrafo, el daguerrotipo, la anestesia, el espiritismo, el ocultismo o las mesas parlantes. En el circo de Silas P. Swift se ocultan una madre y su hija -Cordelia y Gwenlliam Preston-, y allí tratan de encontrar consuelo para sus corazones heridos mientras provocan el entusiasmo del público en la Gran Carpa: Cordelia es una oscura mesmerista con poderes curativos; y su hija Gwenlliam, una aplaudida acróbata y funambulista.
Pero en Londres el viejo y depravado duque Llannefydd, víctima del resentimiento y de la bilis que lo ahoga, está dispuesto a pagar diez mil libras a quien asesine a Cordelia y secuestre a su hija. De forma inesperada e irremisible, las dos mujeres se verán mezcladas con las bandas de Nueva York y el departamento de policía.
Pero en Londres el viejo y depravado duque Llannefydd, víctima del resentimiento y de la bilis que lo ahoga, está dispuesto a pagar diez mil libras a quien asesine a Cordelia y secuestre a su hija. De forma inesperada e irremisible, las dos mujeres se verán mezcladas con las bandas de Nueva York y el departamento de policía.