LA ANSIEDAD ES UNA ALARMA, PERO EL EXCESO O QUE SE ACTIVE AUTOMÁTICAMENTE ES EL NÓDULO CENTRAL DEL CEREBRO, NOS IDICA QUE HAY UNA FALLA.
La ansiedad es un mecanismo de aviso. Son los “focos rojos” que nos indican que algo esta amenazando nuestra integridad o nuestra existencia. Ante un terremoto, un huracán, un animal que sabemos nos puede dañar, ante un asaltante, estos focos rojos se prenden. En mucho es similar la ansiedad al dolor, este último nos avisa de daño, inflamación o destrucción de los tejidos y nos está señalando, que de no atendernos la destrucción del órgano afectado progresará. Nos damos cuenta de que están prendidos las señales de alarma de la ansiedad, por que hay una serie de señales de nuestro cuerpo, que nos están preparando para huir o atacar. Esta respuesta se origina en áreas primitivas desde el punto de vista evolutivo de nuestro cerebro: el tallo cerebral, el sistema límbico, la amígdala. Las señales son: el corazón de acelera, las pupilas se dilatan, sudamos, estamos pálidos, se percibe una inyección de energía que nos hace movernos con más agilidad, brincar obstáculos y correr más velozmente. Las glándulas de nuestro cuerpo, y en especial las suprarrenales, liberan adrenalina y un sistema de proteínas analgésicas que nos protegen del dolor, se libera glucosa, hay más oxígeno, el cuerpo está en su máxima actividad.
¿Qué ocurre si ese mecanismo protector se inicia o activa sin los eventos agresores que lo activan? ¿Qué sucede si se activa la ansiedad sin la presencia de un león? ¿Por qué a veces se queda más tiempo la ansiedad de lo que es razonable para un estímulo amenazador? ¿Qué sucede si tenemos un miedo intenso a las mariposas? ¿Porqué algunas personas tienen reacciones de ansiedad ante otras personas? ¿Por qué mucho tiempo después de un evento traumatizante sigo reviviendo las escenas de ese episodio y me producen mucha angustia
La ansiedad es un mecanismo de aviso. Son los “focos rojos” que nos indican que algo esta amenazando nuestra integridad o nuestra existencia. Ante un terremoto, un huracán, un animal que sabemos nos puede dañar, ante un asaltante, estos focos rojos se prenden. En mucho es similar la ansiedad al dolor, este último nos avisa de daño, inflamación o destrucción de los tejidos y nos está señalando, que de no atendernos la destrucción del órgano afectado progresará. Nos damos cuenta de que están prendidos las señales de alarma de la ansiedad, por que hay una serie de señales de nuestro cuerpo, que nos están preparando para huir o atacar. Esta respuesta se origina en áreas primitivas desde el punto de vista evolutivo de nuestro cerebro: el tallo cerebral, el sistema límbico, la amígdala. Las señales son: el corazón de acelera, las pupilas se dilatan, sudamos, estamos pálidos, se percibe una inyección de energía que nos hace movernos con más agilidad, brincar obstáculos y correr más velozmente. Las glándulas de nuestro cuerpo, y en especial las suprarrenales, liberan adrenalina y un sistema de proteínas analgésicas que nos protegen del dolor, se libera glucosa, hay más oxígeno, el cuerpo está en su máxima actividad.
¿Qué ocurre si ese mecanismo protector se inicia o activa sin los eventos agresores que lo activan? ¿Qué sucede si se activa la ansiedad sin la presencia de un león? ¿Por qué a veces se queda más tiempo la ansiedad de lo que es razonable para un estímulo amenazador? ¿Qué sucede si tenemos un miedo intenso a las mariposas? ¿Porqué algunas personas tienen reacciones de ansiedad ante otras personas? ¿Por qué mucho tiempo después de un evento traumatizante sigo reviviendo las escenas de ese episodio y me producen mucha angustia