"La figura que ha dado la vuelta al mundo en cuanto al tratamiento humano de esta guerra ha sido Anna Frank con su Diario, pero a diferencia de Anna Frank, Janina contó su experiencia en el campo de concentración al que sobrevivió, algo que la primera no pudo hacer. Y ahora Hermida Editores publica este pequeño libro que hace que se nos encoja el alma, con cada palabra inocente que leemos de la pequeña Janina...Escrito con meridiana sinceridad infantil, los lectores nos limitaremos a ser silenciosos testigos de su relato. Duelen sus recuerdos a cualquiera, y por mucho que se intente evitar, en algún momento de la lectura nos invadirá irremediablemente, la rabia y la tristeza. Pero eso es signo de humanidad, algo que no debemos volver a perder como nos sucedió entonces". Beatriz Iván Diezhandino, Pandora Magazine
Con sólo doce años, Janina Hescheles fue rescatada en 1943 del campo de concentración “Janowski” de Lviv (Lwów, Lemberg, Lemberik) en la Galitzia oriental, entonces perteneciente a Polonia, por un grupo de la Resistencia judía. Allí vivió un infierno de muerte y persecución, desde la entrada de los alemanes el 30 de junio de 1941 hasta octubre de 1943, unos pocos días antes de que el campo fuese liquidado. El Holocausto redujo su infancia a un abismo del que escapó gracias a su madurez intelectual. Ya a salvo, en un hogar clandestino de Cracovia, recibió una libreta y un lápiz para que escribiese sus vivencias en el gueto y en el campo de concentración de Lviv, donde asesinaron a toda su familia.
Estas memorias son un testimonio histórico único en varios sentidos. En sus páginas aparecen todos los elementos característicos del universo concentracionario: organización, gestión y burocracia del campo, chantajismo, crueldad, criminalidad, clandestinidad, asesinatos. Pero, además, son las vivencias personales de una niña de diez años que, tras ser arrancada de los brazos de su madre, vio destruido de golpe el mundo imaginativo, esperanzador e inconsciente de la infancia. Janina fue arrojada violentamente a la vida adulta desde el momento en que su madre le explicó que debía alejarse de ella para escapar y sobrevivir, permitiendo así que ella, una mujer judía más, condenada por los verdugos nazis, se suicidase con el veneno que siempre llevaba en el bolsillo y que la liberaría de una muerte dolorosa y humillante. Janina huyó de todas partes, hasta que por fin pudo ser liberada de su cautiverio, obsequiando a la humanidad con su testimonio, inédito hasta ahora en castellano.
Con sólo doce años, Janina Hescheles fue rescatada en 1943 del campo de concentración “Janowski” de Lviv (Lwów, Lemberg, Lemberik) en la Galitzia oriental, entonces perteneciente a Polonia, por un grupo de la Resistencia judía. Allí vivió un infierno de muerte y persecución, desde la entrada de los alemanes el 30 de junio de 1941 hasta octubre de 1943, unos pocos días antes de que el campo fuese liquidado. El Holocausto redujo su infancia a un abismo del que escapó gracias a su madurez intelectual. Ya a salvo, en un hogar clandestino de Cracovia, recibió una libreta y un lápiz para que escribiese sus vivencias en el gueto y en el campo de concentración de Lviv, donde asesinaron a toda su familia.
Estas memorias son un testimonio histórico único en varios sentidos. En sus páginas aparecen todos los elementos característicos del universo concentracionario: organización, gestión y burocracia del campo, chantajismo, crueldad, criminalidad, clandestinidad, asesinatos. Pero, además, son las vivencias personales de una niña de diez años que, tras ser arrancada de los brazos de su madre, vio destruido de golpe el mundo imaginativo, esperanzador e inconsciente de la infancia. Janina fue arrojada violentamente a la vida adulta desde el momento en que su madre le explicó que debía alejarse de ella para escapar y sobrevivir, permitiendo así que ella, una mujer judía más, condenada por los verdugos nazis, se suicidase con el veneno que siempre llevaba en el bolsillo y que la liberaría de una muerte dolorosa y humillante. Janina huyó de todas partes, hasta que por fin pudo ser liberada de su cautiverio, obsequiando a la humanidad con su testimonio, inédito hasta ahora en castellano.