¿Un Gobierno o un buen gobierno?
Un manual clásico para políticos modernos.
«En primer lugar, no se debe elegir la política por un impulso repentino, por no tener otras ocupaciones o por afán de lucro, sino por convicción y como resultado de una reflexión, sin buscar la propia reputación, sino el bien de los demás».
En estos lúcidos tratados, Plutarco, una de las más destacadas figuras del pensamiento helénico, ofrece una serie de acertados consejos para gobernar con ecuanimidad. Y es que entonces, como en nuestros días, la cuestión no residía tanto en que hubiese o no quien dirigiera los asuntos de Estado, sino en tener un buen gobierno y unos buenos gobernantes.
Un manual clásico para políticos modernos.
«En primer lugar, no se debe elegir la política por un impulso repentino, por no tener otras ocupaciones o por afán de lucro, sino por convicción y como resultado de una reflexión, sin buscar la propia reputación, sino el bien de los demás».
En estos lúcidos tratados, Plutarco, una de las más destacadas figuras del pensamiento helénico, ofrece una serie de acertados consejos para gobernar con ecuanimidad. Y es que entonces, como en nuestros días, la cuestión no residía tanto en que hubiese o no quien dirigiera los asuntos de Estado, sino en tener un buen gobierno y unos buenos gobernantes.