Por fin el hombre en el centro de todas las cosas; un nuevo renacimiento, ahora, de la mano de Internet. Claves sobre cómo la sociedad está acelerando la innovación, sobre como a la innovación se le exigirá retorno social y sobre como los políticos deben facilitar ambas cosas. Prólogo de José Chamizo de la Rubia. Defensor del Pueblo Andaluz.
Entendiendo la Innovación Social como el proceso, y el resultado, de la transformación de una idea en valor; siempre qué, dando respuesta a una necesidad o problema real de las personas, la utilidad social generada sea al menos tan importante como el retorno económico de la inversión. Julio Lorca
Sí, una nueva era, que como aventuraba el filósofo y jesuita francés Teihard de Chardin vendrá representada por: “Una colectividad armonizada de conciencias, que equivaldrá a una especie de superconciencia. La Tierra cubriéndose no sólo de granos de pensamiento, contándose por miríadas, sino envolviéndose de una sola envoltura pensante hasta no formar precisamente más que un solo y amplio grano de pensamiento, a escala sideral. La pluralidad de las reflexiones individuales agrupándose y reforzándose en el acto de una sola reflexión unánime”. Muy cercano a lo que más recientemente Ray Kurzweill ha denominado Singularidad. Hablamos, por tanto, de un nuevo amanecer: del advenimiento del Renacimiento 2.0; donde el hombre, como un todo, definitivamente ocupará su lugar.
Entendiendo la Innovación Social como el proceso, y el resultado, de la transformación de una idea en valor; siempre qué, dando respuesta a una necesidad o problema real de las personas, la utilidad social generada sea al menos tan importante como el retorno económico de la inversión. Julio Lorca
Sí, una nueva era, que como aventuraba el filósofo y jesuita francés Teihard de Chardin vendrá representada por: “Una colectividad armonizada de conciencias, que equivaldrá a una especie de superconciencia. La Tierra cubriéndose no sólo de granos de pensamiento, contándose por miríadas, sino envolviéndose de una sola envoltura pensante hasta no formar precisamente más que un solo y amplio grano de pensamiento, a escala sideral. La pluralidad de las reflexiones individuales agrupándose y reforzándose en el acto de una sola reflexión unánime”. Muy cercano a lo que más recientemente Ray Kurzweill ha denominado Singularidad. Hablamos, por tanto, de un nuevo amanecer: del advenimiento del Renacimiento 2.0; donde el hombre, como un todo, definitivamente ocupará su lugar.