«Correr te hace feliz». Así podría resumirse el camino fascinante que Gaia De Pascale traza en estas páginas sobre el arte de correr, una actividad deportiva única que es, al mismo tiempo, una filosofía y una metáfora de la vida. Correr como un sinónimo de la libertad, más allá de los frenos sociales y culturales y los límites de cualquier prisión (física, mental, real o emocional) es lo que transmiten las muchas y diversas historias de este libro, donde aparecen otros corredores que, a lo largo del tiempo, también se han puesto en marcha.
Desde Hermes y Aquiles, hasta Murakami y Kilian Jornet, pasando por Jesse Owens, Emil Zátopek y la tribu de los Tarahumara. Las historias recogidas en este libro, lejanas en el espacio y en el tiempo, tienen un denominador común.
Quien corre lo hace para romper todo condicionamiento o límite: se enfrenta al destino, expresa la nostalgia por la infancia perdida o por un ideal de pureza y autenticidad al que rendirse, desfoga emociones o tensiones acalladas en el tiempo, supera las barreras que la vida le ha impuesto. En una palabra, correr es sinónimo de libertad.
Correr, señala la autora, es la capacidad de llegar al fondo de nosotros mismos, de pensar lo impensable y, mientras nos olvidamos del dolor y la fatiga, de descubrir que el secreto consiste en seguir corriendo, como si se soñara.
Desde Hermes y Aquiles, hasta Murakami y Kilian Jornet, pasando por Jesse Owens, Emil Zátopek y la tribu de los Tarahumara. Las historias recogidas en este libro, lejanas en el espacio y en el tiempo, tienen un denominador común.
Quien corre lo hace para romper todo condicionamiento o límite: se enfrenta al destino, expresa la nostalgia por la infancia perdida o por un ideal de pureza y autenticidad al que rendirse, desfoga emociones o tensiones acalladas en el tiempo, supera las barreras que la vida le ha impuesto. En una palabra, correr es sinónimo de libertad.
Correr, señala la autora, es la capacidad de llegar al fondo de nosotros mismos, de pensar lo impensable y, mientras nos olvidamos del dolor y la fatiga, de descubrir que el secreto consiste en seguir corriendo, como si se soñara.