La presente obra tiene como objeto de estudio el importante tema de la crisis de la ley desde la perspectiva del actual constitucionalismo. Propone una reestructuración del sistema de fuentes del Derecho y un reemplazo de la norma que ha intentado mantener su preeminencia y primacía. Las causas analizadas para establecer tal posición son esencialmente: el problema de la diversidad de leyes, la creciente incorporación al sistema de normas supranacionales, el carácter normativo y directamente aplicable de la Constitución, así como la expansión de los principios jurídicos. Ante los retos que exige el nuevo modelo de Estado constitucional, se analiza el principio de imperio de la ley propio de las actuales democracias constitucionales que, como piedra angular del Ordenamiento jurídico, es capaz de legitimar las decisiones en el Derecho, siempre en defensa del valor de la seguridad y la certeza, retomando una legalidad selectiva, perfectamente compatible con una visión integral de los derechos fundamentales. A partir del estudio de las características esenciales del concepto de Estado de derecho y de su evolución hacia el Estado constitucional, se presenta una propuesta de reivindicación —armonizada con la función del juez constitucional— del papel que debe tener el legislador en el desarrollo argumentativo de las normas constitucionales mediante una ciencia de la legislación en términos de racionalidad teórica y práctica.
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