“Cristo es el todo”. Colosenses 3:11
Las palabras de nuestro texto son pocas, breves y se dicen pronto; pero contienen grandes verdades. Al igual que aquellos versículos de oro: “Para mí el vivir es Cristo”, “Ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí” (Fil. 1:21; Gál. 2:20), las palabras a los colosenses son singularmente ricas y significativas.
Estas cuatro palabras son la esencia y la sustancia del cristianismo. Si nuestro corazón realmente puede estar de acuerdo con ellas, le hará bien a nuestra alma. Si no, seguramente, todavía tenemos mucho que aprender.
Voy a tratar de establecer en qué sentido “Cristo es el todo” y les pido que, a medida que vayan leyendo, juzguen con sinceridad, si acaso están seguros de que no pueden naufragar en el juicio final.
Las palabras de nuestro texto son pocas, breves y se dicen pronto; pero contienen grandes verdades. Al igual que aquellos versículos de oro: “Para mí el vivir es Cristo”, “Ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí” (Fil. 1:21; Gál. 2:20), las palabras a los colosenses son singularmente ricas y significativas.
Estas cuatro palabras son la esencia y la sustancia del cristianismo. Si nuestro corazón realmente puede estar de acuerdo con ellas, le hará bien a nuestra alma. Si no, seguramente, todavía tenemos mucho que aprender.
Voy a tratar de establecer en qué sentido “Cristo es el todo” y les pido que, a medida que vayan leyendo, juzguen con sinceridad, si acaso están seguros de que no pueden naufragar en el juicio final.