En 31 capítulos el autor recorre varias ciudades en el ejercicio de un pasatiempo que cada año es compartido por miles y millones de personas en el mundo: correr. El autor nos devela en el libro, imágenes, sensaciones y reflexiones con un relato escrito magistralmente y sin perder el ritmo. Al final nos transmitirá el amor por este pasatiempo de una manera tan convincente que los lectores que ya corren, se verán fielmente reflejados en las páginas, mientras aquellos que no corren terminarán deseando acompañar al autor en sus recorridos.
“Las carreras de fondo se pueden correr como uno quiera. A mí me gusta seguir esta lógica: primero, con la cabeza; después, con las piernas; y al final, con el corazón”, nos revela Alfonso Cortez en este magnífico y entrañable maratón de crónicas. Y aunque en repetidas ocasiones le aclara al lector que él no es un corredor profesional, sino alguien que “ama correr”, los sentidos ya agudizados por la disciplina, la contemplación y la meditación en movimiento le han permitido recoger de las distintas calles, ciudades, colinas y retorcidas rutas silvestres del mundo –acariciadas a galope o con un hilo de respiración– esos secretos y consejos eficaces que todo auténtico runner sabrá agradecer.
Este es, pues, el diario adrenalínico de un corredor que descubrió en la resistencia y la entrega a esa velocidad meditada, inteligente, íntima, y en ocasiones grupal como la fuerza de una ola, las claves para vivir mejor. Porque, ¿cuál otra podría ser la meta perfecta de la existencia? Correr, claro, exigirle a la mente todo ese poder que se nos ha prometido.
Romper el aire, ser parte del mundo, justificar con sudor esa espléndida máquina que es el cuerpo, dominar las emociones, conocerse mejor, levantar por fin los brazos hacia la utopía febril… Todo eso es lo que propulsan las delirantes zapatillas de un corredor de fondo.
Giovanna Rivero
El autor desvela los rincones íntimos de un runner y su ritual en forma magistral.
Nos ilustra detalladamente sus experiencias en corridas nacionales e internacionales describiendo los sentimientos y el fervor que pone en cada paso.
Una lectura cautivante que invita a recorrer las historias y los sueños de estos “locos que corren”. Así como corre, el autor escribe con la cabeza, con las manos y principalmente con el corazón. Una lectura que emociona.
Roberto Dotti