Estaba sola, completamente perdida en la penumbra de mi propia existencia, agotada, sin forma de encontrar consuelo. Mi amado inmortal me traicionó ocultándome la verdad acerca de la muerte de mi padre. Los vampiros del aquelarre Mircoff me perseguían por sed de poder. La ambición era uno de los pecados culminantes de los sempiternos y yo me había convertido en su presa predilecta. Pronto averiguaría el verdadero impacto que mi presencia tenía entre los míos, los brujos de L’essence, y mi franca conexión con la fuerza universal. Pero esa misma fuerza sería la que me acabaría si decidía dejarme absorber por la tortuosa venganza. Había llegado el momento del todo o de la absoluta nada, y mi única salvación radicaba en aquél a quien más despreciaba ahora… mi vampiro. ¿Cómo sería posible encontrar la luz del amor cuando me hallaba consumida en las sombras? Soy Madison Alexander, la bruja más poderosa del mundo, y estoy completamente desatada.
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