Libro 1
"Cuando digas mi nombre"
Cecilia puso un escudo alrededor de su corazón, un escudo que le ha permitido vivir todos estos años. Su mundo es pequeño, diminuto, porque así lo ha decidido. “Si nadie entra, nadie puede salir”.
Augusto vive con el recuerdo constante del pasado, lo persigue, lo atormenta sólo porque así lo ha elegido. “Los hombres no lloran, los hombres se quiebran por dentro en silencio.”
Luego de una relación fallida de cinco años, Cecilia Quevedo busca un cambio obligatorio en su vida, y acepta el puesto de asistente de gerencia en una Compañía Automotriz de renombre internacional. Augusto J.M Alzaga, se cruza en su camino, y la atracción entre ellos se convierte en algo inevitable.
“Quería enloquecerla, quería hacerla adicta a él, quería marcar su cuerpo con el fuego de sus besos, y dejar su firma para que nadie más pudiera tenerla, sólo él”
Un hombre anclado en el pasado. Una mujer dispuesta a no cometer los mismos errores.
Dos cuerpos que se atraen en un juego de pasión que rompe sus propias reglas.
¿Se le puede enseñar al corazón a no amar?
No, no se puede. Un corazón puede callar, un corazón puede ocultar, pero nunca, nunca dejar de amar.
Libro 2
"Cuando digas mi nombre...una vez más"
“Creo que son dos almas lastimadas, dos almas lastimadas que se encontraron y fueron lo suficientemente valientes para reconocer que juntos podían sanarse las heridas”.
Después de dos meses de separación, el deseo de iniciar una vida juntos guía los pasos de Cecilia y Augusto. El paraíso está ahí, en el roce de sus labios, en el contacto de sus cuerpos, en la melodía de sus corazones. El paraíso está ahí para ellos...
Pero la vida tiene matices, y a veces , los tonos grises se apoderan de todo.
Una mentira más se había dicho Augusto, una sola y última mentira más no puede dañarla. Calló, omitió, mintió por ella, y justo cuando intentaba cerrar de forma definitiva la puerta a el pasado, ese pasado encontró la manera de volver a él.
¿Se le puede enseñar al corazón a no amar?
No, no se puede. Un corazón puede callar, un corazón puede ocultar, pero nunca, nunca dejar de amar.
"Cuando digas mi nombre"
Cecilia puso un escudo alrededor de su corazón, un escudo que le ha permitido vivir todos estos años. Su mundo es pequeño, diminuto, porque así lo ha decidido. “Si nadie entra, nadie puede salir”.
Augusto vive con el recuerdo constante del pasado, lo persigue, lo atormenta sólo porque así lo ha elegido. “Los hombres no lloran, los hombres se quiebran por dentro en silencio.”
Luego de una relación fallida de cinco años, Cecilia Quevedo busca un cambio obligatorio en su vida, y acepta el puesto de asistente de gerencia en una Compañía Automotriz de renombre internacional. Augusto J.M Alzaga, se cruza en su camino, y la atracción entre ellos se convierte en algo inevitable.
“Quería enloquecerla, quería hacerla adicta a él, quería marcar su cuerpo con el fuego de sus besos, y dejar su firma para que nadie más pudiera tenerla, sólo él”
Un hombre anclado en el pasado. Una mujer dispuesta a no cometer los mismos errores.
Dos cuerpos que se atraen en un juego de pasión que rompe sus propias reglas.
¿Se le puede enseñar al corazón a no amar?
No, no se puede. Un corazón puede callar, un corazón puede ocultar, pero nunca, nunca dejar de amar.
Libro 2
"Cuando digas mi nombre...una vez más"
“Creo que son dos almas lastimadas, dos almas lastimadas que se encontraron y fueron lo suficientemente valientes para reconocer que juntos podían sanarse las heridas”.
Después de dos meses de separación, el deseo de iniciar una vida juntos guía los pasos de Cecilia y Augusto. El paraíso está ahí, en el roce de sus labios, en el contacto de sus cuerpos, en la melodía de sus corazones. El paraíso está ahí para ellos...
Pero la vida tiene matices, y a veces , los tonos grises se apoderan de todo.
Una mentira más se había dicho Augusto, una sola y última mentira más no puede dañarla. Calló, omitió, mintió por ella, y justo cuando intentaba cerrar de forma definitiva la puerta a el pasado, ese pasado encontró la manera de volver a él.
¿Se le puede enseñar al corazón a no amar?
No, no se puede. Un corazón puede callar, un corazón puede ocultar, pero nunca, nunca dejar de amar.