CUENTOS DE HADAS
Este no es un libro de cuentos de hadas antiguas, de los de toda la vida, sino de hadas modernas, de las de ahora. Tampoco es un libro para niños –aunque a muchos seguramente les gustaría–, sino para personas mayores.
La expresión «cuentos de hadas» no debe entenderse como «cuentos acerca de las hadas», sino más bien como «cuentos que les gustaría leer a las hadas», o como «cuentos para hadas»... Sin embargo, ¿a que el título es bonito? Bueno, ¿y la portada? Ella sí que lo explica bien todo.
Dicho esto, añadiré que por sus páginas desfilan hadas, claro que sí, ¿cómo no iban a hacerlo?, hadas modernas, de las actuales, chicas de esas que raramente se ven por la calle, porque, igual que sucedía antes –y en eso no han cambiado mucho las cosas–, las hadas no abundan. La niña de la esclusa, el mensajero de los dioses, el tren de la costa..., e incluso los parlanchines mutantes que corretean bajo la noche profunda, son algunos de los personajes que en este libro aparecen, tercer libro de cuentos, por cierto, que publico en Amazon en versión eléctrica, así que enumeraré los títulos de los anteriores por si a alguien se le han pasado desapercibidos: «Cuentos de risa» y «Cuentos de animales», que pueden verse en esas mismas páginas (Amazon). No hay más que buscarlos por el título, dar con ellos, sumergirse en la lectura y...
Este no es un libro de cuentos de hadas antiguas, de los de toda la vida, sino de hadas modernas, de las de ahora. Tampoco es un libro para niños –aunque a muchos seguramente les gustaría–, sino para personas mayores.
La expresión «cuentos de hadas» no debe entenderse como «cuentos acerca de las hadas», sino más bien como «cuentos que les gustaría leer a las hadas», o como «cuentos para hadas»... Sin embargo, ¿a que el título es bonito? Bueno, ¿y la portada? Ella sí que lo explica bien todo.
Dicho esto, añadiré que por sus páginas desfilan hadas, claro que sí, ¿cómo no iban a hacerlo?, hadas modernas, de las actuales, chicas de esas que raramente se ven por la calle, porque, igual que sucedía antes –y en eso no han cambiado mucho las cosas–, las hadas no abundan. La niña de la esclusa, el mensajero de los dioses, el tren de la costa..., e incluso los parlanchines mutantes que corretean bajo la noche profunda, son algunos de los personajes que en este libro aparecen, tercer libro de cuentos, por cierto, que publico en Amazon en versión eléctrica, así que enumeraré los títulos de los anteriores por si a alguien se le han pasado desapercibidos: «Cuentos de risa» y «Cuentos de animales», que pueden verse en esas mismas páginas (Amazon). No hay más que buscarlos por el título, dar con ellos, sumergirse en la lectura y...