La vejez es un proceso biológico lento que aparece como consecuencia de la acción del tiempo sobre el ser humano, que produce una involución cronológica en dos etapas correlativas, la presenescencia a partir de los 50 años y la verdadera senescencia o vejez a partir de los 65 años, provocando una serie de cambios o alteraciones morfológicas (fisiológicas, psicológicas y sociales del individuo).
El organismo en el transcurso de la vida va sufriendo modificaciones. Estas modificaciones son imperceptibles día a día, sin embargo las observamos claramente en períodos de tiempo prolongado. La persona que vemos diariamente no nos da la impresión de los cambios que presenta. En cambio, sí será fácilmente observable cuanto más tiempo haga que no las vemos.
El organismo a través del tiempo modifica su composición:
Aumentando los niveles de grasa. Disminuyendo el volumen de agua. Pierde sales minerales y masa celular.
Estas transformaciones entre otras nos darán:
Obesidad.
Hipertensión arterial (HTA). Cambios en la textura de la piel. Disminución de la resistencia. Disminución de la talla.
Aparición de deformaciones. Disminución de la visión y la audición. Disminución la memoria. Etc.
Todos los cambios fisiológicos del envejecimiento se traducen en una pérdida de adaptabilidad al medio, es decir, disminuye la capacidad de respuesta ante agresiones (infecciones, traumatismos etc.). Es por ello, que los individuos de edad avanzada pertenecen al grupo de alto riesgo.
Además de los cambios físicos se añaden las alteraciones psicológicas. El individuo a lo largo de la vida va cambiando de rol: de hijo protegido por los padres, pasa a ser padre y protector para pasar posteriormente a depender de los hijos.
Todos estos cambios, junto al cese de la actividad laboral, pueden ocasionar temor y angustia. En las últimas décadas se ha observado un mayor interés de la sociedad hacia la población de la 3ª edad., incluso los políticos utilizan esta problemática para hacer campañas que originen este interés, el principal es el “envejecimiento de la población”.
El desarrollo ha ido unido a cambios demográficos:
Disminuye la natalidad.
Disminuye la mortalidad infantil.
Los niños que nacen, tienen más posibilidades de llegar a la Tercera Edad.
La población que pertenece al grupo de la Tercera Edad, presentan problemas de salud propias o más comunes a este grupo. Por tanto, precisa de cuidados y tratamientos físicos y psicológicos especiales. La geriatría surge para poder cubrir estas necesidades.
El organismo en el transcurso de la vida va sufriendo modificaciones. Estas modificaciones son imperceptibles día a día, sin embargo las observamos claramente en períodos de tiempo prolongado. La persona que vemos diariamente no nos da la impresión de los cambios que presenta. En cambio, sí será fácilmente observable cuanto más tiempo haga que no las vemos.
El organismo a través del tiempo modifica su composición:
Aumentando los niveles de grasa. Disminuyendo el volumen de agua. Pierde sales minerales y masa celular.
Estas transformaciones entre otras nos darán:
Obesidad.
Hipertensión arterial (HTA). Cambios en la textura de la piel. Disminución de la resistencia. Disminución de la talla.
Aparición de deformaciones. Disminución de la visión y la audición. Disminución la memoria. Etc.
Todos los cambios fisiológicos del envejecimiento se traducen en una pérdida de adaptabilidad al medio, es decir, disminuye la capacidad de respuesta ante agresiones (infecciones, traumatismos etc.). Es por ello, que los individuos de edad avanzada pertenecen al grupo de alto riesgo.
Además de los cambios físicos se añaden las alteraciones psicológicas. El individuo a lo largo de la vida va cambiando de rol: de hijo protegido por los padres, pasa a ser padre y protector para pasar posteriormente a depender de los hijos.
Todos estos cambios, junto al cese de la actividad laboral, pueden ocasionar temor y angustia. En las últimas décadas se ha observado un mayor interés de la sociedad hacia la población de la 3ª edad., incluso los políticos utilizan esta problemática para hacer campañas que originen este interés, el principal es el “envejecimiento de la población”.
El desarrollo ha ido unido a cambios demográficos:
Disminuye la natalidad.
Disminuye la mortalidad infantil.
Los niños que nacen, tienen más posibilidades de llegar a la Tercera Edad.
La población que pertenece al grupo de la Tercera Edad, presentan problemas de salud propias o más comunes a este grupo. Por tanto, precisa de cuidados y tratamientos físicos y psicológicos especiales. La geriatría surge para poder cubrir estas necesidades.