Madison Conrad es una abogada muy trabajadora, quien tiene el doble de estrés al trabajar para la firma de su padre. Mientras su padre se va de la ciudad para su luna de miel con su quinta esposa, él le pide a Madison que supervise la construcción de su nueva casa. En la cima de todas sus responsabilidades, Madison debe lidiar con este problema. Pero cuando conoce a Jack, sus pensamientos se vuelcan a otras cosas distintas a salones, instalaciones, y construcción de hogares. Ha sido un largo tiempo para Madison. Pero ¿podrá ella solar el control por el suficiente tiempo para dejar que Jack le ofrezca una noche de placer como ninguna otra que ella hubiese experimentado antes?
Ésta es una historia erótica explícita y corta de aproximadamente 5,400 palabras. Contiene lenguaje gráfico y temas sexuales. Está destinada solo a adultos interesados en este tipo de material para su consume en jurisdicciones donde su venta y disfrute no violan leyes locales.
Extracto:
“Supongo que debo disculparme por llegar a esta hora y encontrarte así en pijama,” dijo gesticulando hacia la manta. “Eso no creo que sea muy cómodo.”
Se miró a sí misa, como si su vestimenta mágicamente hubiese cambiado en los breves instantes en que ese hombre había estado allí.
“Está bien.”
“Se ve un poco caliente.” Puso sus documentos sobre el mostrador y se acercó a ella, y a modo de gancho sostuvo la manta de la chica con su pulgar. “Tal vez deberías quitártela.”
Ésta es una historia erótica explícita y corta de aproximadamente 5,400 palabras. Contiene lenguaje gráfico y temas sexuales. Está destinada solo a adultos interesados en este tipo de material para su consume en jurisdicciones donde su venta y disfrute no violan leyes locales.
Extracto:
“Supongo que debo disculparme por llegar a esta hora y encontrarte así en pijama,” dijo gesticulando hacia la manta. “Eso no creo que sea muy cómodo.”
Se miró a sí misa, como si su vestimenta mágicamente hubiese cambiado en los breves instantes en que ese hombre había estado allí.
“Está bien.”
“Se ve un poco caliente.” Puso sus documentos sobre el mostrador y se acercó a ella, y a modo de gancho sostuvo la manta de la chica con su pulgar. “Tal vez deberías quitártela.”