«Cada persona vale tanto en este mundo como ella misma se hace valer. Esta es una regla de oro, y con ella podría llenarse todo un volumen.»
De cómo tratar con las personas, texto hasta ahora inédito en español, es una obra que gozó y disfruta todavía de inmenso prestigio dentro de la cultura centroeuropea. Que el lector no se lleve a engaño, no tiene en sus manos un manual al uso ilustrado de buenos modales, de protocolo o del arte de conversar, sino una notabilísima contribución a la filosofía práctica de la vida, a ese género de pensamiento que se ocupa fundamentalmente de los problemas que resultan del coexistir de los hombres, en la tradición y a la altura de los grandes moralistas clásicos, desde Séneca o Cicerón a Montaigne, Castiglione, Gracián o Schopenhauer. Es además, eso sí, una lectura increíblemente amena e instructiva, y en ella el lector de hoy se sentirá constante y sorprendentemente reflejado.
La ética social de Knigge representa una acertada síntesis de todos sus antecesores en este género de la filosofía moral, adaptada al pensamiento ilustrado del siglo XVIII, y con un destinatario principal, la clase media, cuyos valores empezaban entonces a imponerse. Su ideal se resume en una sociedad armónica inspirada en el Humanismo, la Razón, la urbanidad y el sentido común. El fundamento moral de su propuesta procede pues de la Ilustración, y considera que la búsqueda de la felicidad individual coincide —y hasta cierto punto es su causa— con el bien de la sociedad en su conjunto, pues ambos son expresión de la Razón.
Hoy ofrecemos, en esta impecable y bellísima traducción de José Rafael Hernández Arias, la obra de Knigge en su versión completa y original.
De cómo tratar con las personas, texto hasta ahora inédito en español, es una obra que gozó y disfruta todavía de inmenso prestigio dentro de la cultura centroeuropea. Que el lector no se lleve a engaño, no tiene en sus manos un manual al uso ilustrado de buenos modales, de protocolo o del arte de conversar, sino una notabilísima contribución a la filosofía práctica de la vida, a ese género de pensamiento que se ocupa fundamentalmente de los problemas que resultan del coexistir de los hombres, en la tradición y a la altura de los grandes moralistas clásicos, desde Séneca o Cicerón a Montaigne, Castiglione, Gracián o Schopenhauer. Es además, eso sí, una lectura increíblemente amena e instructiva, y en ella el lector de hoy se sentirá constante y sorprendentemente reflejado.
La ética social de Knigge representa una acertada síntesis de todos sus antecesores en este género de la filosofía moral, adaptada al pensamiento ilustrado del siglo XVIII, y con un destinatario principal, la clase media, cuyos valores empezaban entonces a imponerse. Su ideal se resume en una sociedad armónica inspirada en el Humanismo, la Razón, la urbanidad y el sentido común. El fundamento moral de su propuesta procede pues de la Ilustración, y considera que la búsqueda de la felicidad individual coincide —y hasta cierto punto es su causa— con el bien de la sociedad en su conjunto, pues ambos son expresión de la Razón.
Hoy ofrecemos, en esta impecable y bellísima traducción de José Rafael Hernández Arias, la obra de Knigge en su versión completa y original.