Según él la fe es un modo de pensar asintiendo, y si no existiese el pensamiento, no existiría la fe. Por eso la inteligencia es la recompensa de la fe. La fe y la razón son dos campos que necesitan ser equilibrados y complementados.
Esta postura se sitúa entre el fideísmo y el racionalismo. A los racionalistas le respondió: Crede ut intelligas ("cree para comprender") y a los fideístas: Intellige ut credas ("comprende para creer"). San Agustín quiso comprender el contenido de la fe, demostrar la credibilidad de la fe y profundizar en sus enseñanzas.
Esta postura se sitúa entre el fideísmo y el racionalismo. A los racionalistas le respondió: Crede ut intelligas ("cree para comprender") y a los fideístas: Intellige ut credas ("comprende para creer"). San Agustín quiso comprender el contenido de la fe, demostrar la credibilidad de la fe y profundizar en sus enseñanzas.