Sinopsis
En octubre de 1915 Agustí Calvet «Gaziel», un aprendiz de filósofo que se había convertido por casualidad en corresponsal de guerra, emprendió un viaje desde París que culminaría en la ciudad serbia de Monastir. Su propósito era escribir un reportaje sobre la situación bélica en el sur de Europa. Grecia era por entonces uno de los epicentros del conflicto, permanecía todavía neutral, pero su reacción ante las recién estrenadas hostilidades entre sus dos vecinos, Bulgaria y Serbia, podría condicionar el desarrollo de la guerra decisivamente. Gaziel alargó el viaje hasta Serbia y allí contempló, conmovido y desolado, el espectáculo dantesco de los refugiados. Las crónicas de guerra de Gaziel tuvieron gran repercusión y marcaron un punto y aparte en la historia del reporterismo español. Desde el primer momento las concibió más como narraciones que como artículos.
Como sostiene Jordi Amat en el prólogo, «Gaziel escribió reportajes cuya factura tenía un aire inequívocamente novelesco. Los lectores, más que información sobre el conflicto bélico, leían una aventura por entregas basada en hechos reales». Gaziel reunió y pulió algo más de la mitad de sus colaboraciones bélicas con La Vanguardia y las publicó en varios libros. De todos ellos el más impactante y logrado, seguramente, es De París a Monastir. Publicado por primera vez en 1917, está considerado como un libro fundamental del periodismo español del siglo XX.
Biografía del autor
Agustí Calvet (Sant Feliu de Guíxols, 1887-Barcelona, 1964), más conocido por el seudónimo «Gaziel», fue uno de los periodistas más influyentes del primer tercio del siglo XX en España. Debutó en el oficio en 1909 en La Veu de Catalunya, órgano del partido conservador la Lliga Regionalista. En 1914 marchó a París con la intención de retomar sus estudios de Filosofía y allí le sorprendió la primera guerra mundial. El cuaderno en el que escribía el ambiente de la ciudad y sus impresiones personales estaría en la base de los artículos que desde La Vanguardia lo catapultaron a la fama. Sus crónicas sobre la Gran Guerra lo convirtieron en uno de los periodistas más leídos de España y América Latina. Entre 1914 y 1918 recopiló sus artículos sobre la guerra en varios libros. Así surgieron volúmenes como Diario de un estudiante en París (1915) y De París a Monastir (1917).
Entre 1920 y 1936 fue director de La Vanguardia, desde donde se consolidó como uno de los analistas más lúcidos de la política de la época. Pasó la guerra civil en el exilio y a su vuelta en 1940 tuvo que dejar de ejercer su profesión. Se instaló en Madrid, donde trabajó en el sector editorial, y escribió libros de memorias y de viajes, entre los que destacan Tots els camins duen a Roma. Història d'un destí (1958). En 1959 volvió a Barcelona, donde continuó escribiendo hasta su muerte. En la edición póstuma de sus Obras Completas (1970) en catalán vieron la luz fragmentos de sus deslumbrantes Meditaciones en el desierto, cuya edición íntegra tuvo que publicarse en París en 1974.
Críticas
«La palabra “periodista” es imprecisa para el vario contenido que encierra el caso de Gaziel: intelectual, ensayista, politólogo… Gaziel es un burgués liberal que, pongamos por caso, sería republicano en Francia y monárquico en Inglaterra.» Andrés Trapiello
«No he encontrado, en el campo periodístico, una obra globalmente comparable a la que produjo el director de La Vanguardia entre el inicio de la Primera Guerra Mundial y los prolegómenos de la Guerra Civil española.» Xavier Pericay
«Un legado literario y periodístico de primera magnitud.» Rafael Conte