Emily tiene su segunda experiencia con su jefe Don y comienza a darse cuenta de que no es lo que siempre pensó ser. Ella disfruta el hecho de que Don la contrala y puede hacer que su cuerpo haga cosas que nunca pensó posibles. Don la lleva a su casa en donde juega con ella, le mete el puño, la hace montar un juguete mientras le chupa el miembro y luego le estira su ano con un gran tapón para luego venirse en su vagina y mandarla a casa con instrucciones de mantener el juguete en su ano hasta el día siguiente
Este es un corto relato erótico de aproximadamente 4,900 palabras. Contiene lenguaje gráfico y temas sexuales. Está dirigido únicamente a adultos que estén interesados en este tipo de material para ser visto en jurisdicciones donde su venta y disfrute no violen ninguna ley local.
Extracto:
Don dejó que sus dedos hicieran un recorrido por la pierna de Emily mientras camino junto a ella en la cama y hacia el buró tomando un bote de lubricante antes de sentarse en la cama entre las piernas de Emily. Ella no se pudo contener cuando sintió los dedos de Don subiendo por su pierna, ni siquiera estaba completamente al tanto de lo que sus manos estaban haciendo hasta que sintió un escalofrío de placer moviéndose desde su clítoris hinchado a través de su cuerpo. Miró hacia abajo y vio sus propias manos bajando hacia su vagina antes de que siquiera pudiera registrar lo que sentía. Don río un poco para sí mismo viendo a Emily provocarse a sí misma en frente de él, Emily por otra parte estaba impresionada de sí misma por tocarse enfrente de otra persona pero por algún motivo hacerlo ahora la hacía sentir bien. Era evidente que Don disfrutaba verla y estuvo aún más sorprendida cando le dijo “¿Te gusta ver a tu esclava jugar consigo misma?”.
Don se sorprendió de escuchar a Emily decir eso pero no demostró su sorpresa, en vez de eso contestó: “Por supuesto que disfruto, pero una buena esclava sabe pedir permiso”. Su mano dio una palmada en la vagina de Emily enviando un choque de dolor y placer por todo su cuerpo. Los hinchados labios de su vagina sufrían por más atención pero Emily se dio cuenta de que era de él para que él la usara como a él le pareciera. Movió sus manos lejos de su vagina anclando sus ojos a don y dijo “Entiendo señor, lo siento”
Este es un corto relato erótico de aproximadamente 4,900 palabras. Contiene lenguaje gráfico y temas sexuales. Está dirigido únicamente a adultos que estén interesados en este tipo de material para ser visto en jurisdicciones donde su venta y disfrute no violen ninguna ley local.
Extracto:
Don dejó que sus dedos hicieran un recorrido por la pierna de Emily mientras camino junto a ella en la cama y hacia el buró tomando un bote de lubricante antes de sentarse en la cama entre las piernas de Emily. Ella no se pudo contener cuando sintió los dedos de Don subiendo por su pierna, ni siquiera estaba completamente al tanto de lo que sus manos estaban haciendo hasta que sintió un escalofrío de placer moviéndose desde su clítoris hinchado a través de su cuerpo. Miró hacia abajo y vio sus propias manos bajando hacia su vagina antes de que siquiera pudiera registrar lo que sentía. Don río un poco para sí mismo viendo a Emily provocarse a sí misma en frente de él, Emily por otra parte estaba impresionada de sí misma por tocarse enfrente de otra persona pero por algún motivo hacerlo ahora la hacía sentir bien. Era evidente que Don disfrutaba verla y estuvo aún más sorprendida cando le dijo “¿Te gusta ver a tu esclava jugar consigo misma?”.
Don se sorprendió de escuchar a Emily decir eso pero no demostró su sorpresa, en vez de eso contestó: “Por supuesto que disfruto, pero una buena esclava sabe pedir permiso”. Su mano dio una palmada en la vagina de Emily enviando un choque de dolor y placer por todo su cuerpo. Los hinchados labios de su vagina sufrían por más atención pero Emily se dio cuenta de que era de él para que él la usara como a él le pareciera. Movió sus manos lejos de su vagina anclando sus ojos a don y dijo “Entiendo señor, lo siento”
