Este libro recoge siete relatos cortos y una abigarrada serie de divertidas ilustraciones y tiras cómicas del mismo autor. Por tanto, se trata de una extraña publicación híbrida entre narrativa y artes gráficas. Las historias son de muy variada temática pero guardan en común la deshinibición, la tendencia a lo absurdo, la frescura, la inocencia, la incorreción política y las ganas de pasárselo bien propias de una juventud que aún se resiste a adentrarse en los entresijos y convencionalismos de la vida adulta. Aunque algunos de los argumentos dan una apariencia de ligereza, al finalizar la lectura el lector se percarta de que encierran un sustrato con un mensaje que invita a la reflexión. La ambientación de la mayoría de los relatos son los propios de la vida de un adolescente: el centro educativo, el equipo deportivo en el que juega, el lugar donde vive (en este caso, el pueblo de Cox), etc.
Las ilustraciones tienen una factura eminentemente de cómic, inspiradas en el estilo gráfico y humorístico de Mortadelo y Filemón, Súper López, Astérix y otros.
Este libro hará las delicias de los lectores curiosos por saber qué cosas pueden pasar por la mente de un adolescente que disfruta escribiendo y dando rienda suelta a su imaginación a través del dibujo.
Los relatos, que al igual que las ilustraciones datan de la época en que el autor cursaba estudios de secundaria en la década de los noventa, han sido ligeramente revisados veinte años después para su publicación, sin que por ello hayan perdido su sustancia original tanto en su estructura, como en su fondo y forma.
En definitiva, un libro de lectura fácil y rápida con contenidos hilarantes para hacer disfrutar hasta el final a todo aquél que abra su primera página.
Las ilustraciones tienen una factura eminentemente de cómic, inspiradas en el estilo gráfico y humorístico de Mortadelo y Filemón, Súper López, Astérix y otros.
Este libro hará las delicias de los lectores curiosos por saber qué cosas pueden pasar por la mente de un adolescente que disfruta escribiendo y dando rienda suelta a su imaginación a través del dibujo.
Los relatos, que al igual que las ilustraciones datan de la época en que el autor cursaba estudios de secundaria en la década de los noventa, han sido ligeramente revisados veinte años después para su publicación, sin que por ello hayan perdido su sustancia original tanto en su estructura, como en su fondo y forma.
En definitiva, un libro de lectura fácil y rápida con contenidos hilarantes para hacer disfrutar hasta el final a todo aquél que abra su primera página.