San Ireneo gracias a sus escritos es considerado como uno de los grandes Padres de la Iglesia y de haber puestos los fundamentos de la teología cristiana refutando muschos de los errores de los gnósticos. En este libro, la Tradición Apostólica como él dice en griego, la lengua en la que escribió su libro, «pneumática», es decir, espiritual, guiada por el Espíritu Santo: en griego, se dice «pneuma». No se trata de una transmisión confiada a la capacidad de los hombres más o menos instruidos, sino al Espíritu de Dios, que garantiza la fidelidad de la transmisión de la fe.En esta obra emplea un estilo literario distinto, pues ya no se ve obligada a combatir la herejía gnóstica,como en Contra las Herejías, sino tiene el grato trabajo de recordar la doctrina de Cristo a su destinatario, un cristiano de nombre Marciano.
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