“Descendiente Para el Heredero del Dictador” es la última publicación del autor superventas internacional Alex Anders, para aquellos a quienes les encantan las pequeñas historias de amor en las que vírgenes inocentes son corrompidas por poderosos machos alfa que exigen sumisión y que disfrutan del BDSM.
Bella e inocente, Natasha Lord es una estudiante de periodismo que viaja a su país de origen en europa para derrocar a su dictador. Sin embargo, al ser detenida por espionaje, se le han dado dos opciones: prisión de por vida, o completa sumisión al poderoso apetito sexual del atractivo dictador. Siendo cautivada por el físico de soldado romano de tal macho alfa y su irresistible dominación, Natasha deberá desentrañar los secretos del dictador antes de que su voluntad la consuma.
8.500 palabras.
*Tenga en cuenta que esta historia contiene situaciones eróticas y sexuales descritas de forma elegante únicamente para lectores adultos.
Extracto:
Natasha tragó un nudo de lágrimas cuando la mujer le ajustaba el precioso camisón a Natasha. Mirando hacia abajo, vio que apenas le colgaba más abajo del culo. Centrándose en el top, se dio cuenta de que las finas asillas estaban unidas a un encaje que carecía del forro que tenía el resto del camisón. Se giró y sintió las cosquillas de la suave tela sobre la tierna piel de su pezón. Al sentirse desnuda, levantó el brazo para cubrirse los pechos.
“No te crubras delante del amo,” pidió la mujer con miedo.
Natasha bajó los brazos y apretó los párpados al considerar las consecuencias de no complacer a su amo. ¿Le pegaría, o algo peor? ¿Qué podría ser peor que aquello? No lo sabía. Las lágrimas amenazaron con derramarse por sus mejillas.
Natasha salió de su fantasía cuando una puerta se abrió en el otro extremo de la habitación. Indecisa, caminó hacia ella. Incluso caminando despacio podía sentir la brisa a través de los espacios alrededor de sus pechos. La sensación podría haber sido placentera si no hubiera estado tan aterrorizada.
A través de la entrada, vio en la habitación escasamente iluminada una sombra alta, de hombros anchos, sentada cómodamente en una butaca de respaldo alto. De fondo sonaba suavemente música tradicional, lo que creaba un efecto etéreo a su alrededor.
“Ven,” esuchó cómo la profunda voz retumbó en la habitación.
Natasha caminó hacia él sientiendo que las rodillas le temblaban. Una lámpara cercana arrojaba luz sobre él. Finalmente le vio la cara y la visión le dejó paralizada. Había pensado que el dictador sería un hombre viejo, pero no tenía más de cuarenta años. Y además de intimidante, el hombre que estaba sentado frente a ella era extremadamente guapo, de facciones perfectamente definidas.
Bella e inocente, Natasha Lord es una estudiante de periodismo que viaja a su país de origen en europa para derrocar a su dictador. Sin embargo, al ser detenida por espionaje, se le han dado dos opciones: prisión de por vida, o completa sumisión al poderoso apetito sexual del atractivo dictador. Siendo cautivada por el físico de soldado romano de tal macho alfa y su irresistible dominación, Natasha deberá desentrañar los secretos del dictador antes de que su voluntad la consuma.
8.500 palabras.
*Tenga en cuenta que esta historia contiene situaciones eróticas y sexuales descritas de forma elegante únicamente para lectores adultos.
Extracto:
Natasha tragó un nudo de lágrimas cuando la mujer le ajustaba el precioso camisón a Natasha. Mirando hacia abajo, vio que apenas le colgaba más abajo del culo. Centrándose en el top, se dio cuenta de que las finas asillas estaban unidas a un encaje que carecía del forro que tenía el resto del camisón. Se giró y sintió las cosquillas de la suave tela sobre la tierna piel de su pezón. Al sentirse desnuda, levantó el brazo para cubrirse los pechos.
“No te crubras delante del amo,” pidió la mujer con miedo.
Natasha bajó los brazos y apretó los párpados al considerar las consecuencias de no complacer a su amo. ¿Le pegaría, o algo peor? ¿Qué podría ser peor que aquello? No lo sabía. Las lágrimas amenazaron con derramarse por sus mejillas.
Natasha salió de su fantasía cuando una puerta se abrió en el otro extremo de la habitación. Indecisa, caminó hacia ella. Incluso caminando despacio podía sentir la brisa a través de los espacios alrededor de sus pechos. La sensación podría haber sido placentera si no hubiera estado tan aterrorizada.
A través de la entrada, vio en la habitación escasamente iluminada una sombra alta, de hombros anchos, sentada cómodamente en una butaca de respaldo alto. De fondo sonaba suavemente música tradicional, lo que creaba un efecto etéreo a su alrededor.
“Ven,” esuchó cómo la profunda voz retumbó en la habitación.
Natasha caminó hacia él sientiendo que las rodillas le temblaban. Una lámpara cercana arrojaba luz sobre él. Finalmente le vio la cara y la visión le dejó paralizada. Había pensado que el dictador sería un hombre viejo, pero no tenía más de cuarenta años. Y además de intimidante, el hombre que estaba sentado frente a ella era extremadamente guapo, de facciones perfectamente definidas.