Dios es inefable. Aprender a invocarlo con esperanza, en medio de los escombros de la sociedad posmoderna, es el objetivo de este libro.
En tiempos en que la violencia sistémica recorre la aldea global, la pregunta por la posibilidad de la esperanza se vuelve aún más radical. Este es el tema central de Deus ineffabilis, cuyo fondo teológico encuentra interlocuciones con la antropología y la filosofía de la historia en pensadores del mundo occidental, desde Hegel y Benjamin hasta Heidegger, Girard y Agamben. Sin embargo, esta problemática adquiere matices sorprendentes cuando es analizada desde el Sur, con el pensamiento político antisistémico y el decolonialismo que surge de la potencia de los pobres de la tierra. La esperanza es una apuesta vital e intelectual, ética y mística a la vez. Una virtud del fin de los tiempos que vivimos hoy, urgente no solo para los creyentes de cualquier tradición religiosa o sabiduría espiritual, sino para cualquier ser humano que anhela un mañana para todos. La última y universal esperanza de liberación solo es posible cuando la persona se sabe "incondicionalmente amada por esa alteridad inefable a la que llamamos Dios”. Aprender a invocarlo con esperanza, en medio de los escombros de la sociedad posmoderna, es el objetivo de este libro.
En tiempos en que la violencia sistémica recorre la aldea global, la pregunta por la posibilidad de la esperanza se vuelve aún más radical. Este es el tema central de Deus ineffabilis, cuyo fondo teológico encuentra interlocuciones con la antropología y la filosofía de la historia en pensadores del mundo occidental, desde Hegel y Benjamin hasta Heidegger, Girard y Agamben. Sin embargo, esta problemática adquiere matices sorprendentes cuando es analizada desde el Sur, con el pensamiento político antisistémico y el decolonialismo que surge de la potencia de los pobres de la tierra. La esperanza es una apuesta vital e intelectual, ética y mística a la vez. Una virtud del fin de los tiempos que vivimos hoy, urgente no solo para los creyentes de cualquier tradición religiosa o sabiduría espiritual, sino para cualquier ser humano que anhela un mañana para todos. La última y universal esperanza de liberación solo es posible cuando la persona se sabe "incondicionalmente amada por esa alteridad inefable a la que llamamos Dios”. Aprender a invocarlo con esperanza, en medio de los escombros de la sociedad posmoderna, es el objetivo de este libro.