Esta pequeña obra estremecedora tiene como escenario España, pero podría provenir de cualquier lugar del mundo. Porque la violencia doméstica es un fenómeno tan global que uno se preguntaría si no forma parte de la naturaleza humana.
El maltrato a las mujeres y a los hijos por parte de sus esposos, amantes, padres, padrastros es un azote social y un cobarde ataque directo a la dignidad de una persona. Crea círculos y cadenas de violencia, se transmite de padres a hijos, como una enfermedad hereditaria. Y no, la violencia no sólo viene en forma de golpes al cuerpo. Pueden ser golpes, siempre bajos, al alma, a la mente, a la economía, a la autoestima, al derecho de toda persona de vivir feliz y en armonía consigo misma y con los demás.
El autor vivió en carne propia ese tipo de violencia. Y su obra, "Diario de un maltrato", constituye un valiente yo acuso, una exposición cruda y simple de los hechos que marcaron su niñez y su vida.
Dos personas hablan en este diario: la esposa y el hijo de un hombre inconsciente, alcohólico, sin valores ni calidad humana. Un idiota moral que los sometió no sólo a maltrato físico, pegándole a la madre delante del hijo, sino también a humillaciones, acoso económico, mobbing, amenazas, maltrato psicológico.
El mejor aliado de un maltratador es el silencio de su víctima, que se convierte así en cómplice involuntario. Por eso debe denunciarse. Las víctimas, como el autor de este libro, tienen que elevar la voz y contarlo todo. Porque el silencio consiente, y la denuncia, dice ¡basta!.
El maltrato a las mujeres y a los hijos por parte de sus esposos, amantes, padres, padrastros es un azote social y un cobarde ataque directo a la dignidad de una persona. Crea círculos y cadenas de violencia, se transmite de padres a hijos, como una enfermedad hereditaria. Y no, la violencia no sólo viene en forma de golpes al cuerpo. Pueden ser golpes, siempre bajos, al alma, a la mente, a la economía, a la autoestima, al derecho de toda persona de vivir feliz y en armonía consigo misma y con los demás.
El autor vivió en carne propia ese tipo de violencia. Y su obra, "Diario de un maltrato", constituye un valiente yo acuso, una exposición cruda y simple de los hechos que marcaron su niñez y su vida.
Dos personas hablan en este diario: la esposa y el hijo de un hombre inconsciente, alcohólico, sin valores ni calidad humana. Un idiota moral que los sometió no sólo a maltrato físico, pegándole a la madre delante del hijo, sino también a humillaciones, acoso económico, mobbing, amenazas, maltrato psicológico.
El mejor aliado de un maltratador es el silencio de su víctima, que se convierte así en cómplice involuntario. Por eso debe denunciarse. Las víctimas, como el autor de este libro, tienen que elevar la voz y contarlo todo. Porque el silencio consiente, y la denuncia, dice ¡basta!.