La Volátil, una treintañera con camiseta de rayas que ve el mundo muy a su manera: aquí está por fin, y ha venido para quedarse.
Un cómic a modo de diario de una chica de hoy en día y su relación con el mundo.
Cosas que sientes y no puedes contar... como un te quiero, así, de repente. Cosas que te dan vergüenza, miedo, pereza... como colgar la colada con los calcetines emparejados. Cosas que te hacen sonreír, reír, llorar... como un lunes cualquiera sin café y sin amor. Un mundo entero de detalles chicos y grandes que hablan de ti, de mí y de todos nosotros.
Diario de una volátil es como tener dibujadas un montón de sensaciones o situaciones cotidianas que son tan recurrentes que hasta se nos olvidan que suceden. Y ahí está la Volátil para hacernos sentir que no estamos solos y que todos pasamos por lo mismo. Con una mirada positiva y cómplice encontramos a una mujer joven que siempre está por las nubes y que intenta en su día a día que el mundo sea un lugar mejor aunque no siempre lo consiga. Y es que días malos tenemos todos, y a veces el mundo real es el que es, por mucho que intentemos adornarlo.
Diario de una volátil está dividido en tres partes: primero veremos a la Volátil relacionándose consigo misma, sus miedos, obsesiones, proyectos e ilusiones; luego vendrá la parte dedicada a la pareja, y finalmente veremos a la Volátil relacionándose con su entorno, desde los amigos hasta sus consideraciones sobre política y sociedad.