Para los historiadores y, en consecuencia, para la historia que ha
llegado a nuestros días, la vida pública del Libertador San Martín
termina en 1822 con su retiro del Perú y su viaje a Europa. Este nuevo
libro de Rodolfo Terragno prueba que el «retiro» no fue tal: dos años
más tarde lo encontramos en Inglaterra cumpliendo un plan secreto cuyo
objetivo central era consolidar la independencia de Sudamérica. Como
parte de ese plan llegó a organizar un viaje de regreso al Perú -luego
frustrado- para reanudar la lucha junto a Bolívar. Bajo la forma
literaria de un diario personal, redactado en tiempo presente, este
diario incluye, junto a importantes revelaciones, curiosidades y
costumbres de aquellos años en Inglaterra, biografías de aventureros y
referencias a excéntricos personajes de la vida cortesana.
Y, a diferencia de gran parte de la bibliografía sanmartiniana -que
interesa solo a los argentinos-, se presenta a San Martín como una
figura internacional con conexiones y proyección en toda Europa y
América del Sur. El Libertador reaparece como un gran político, que
prefiere resolver los conflictos sin recurrir a la violencia, pero que
debe enfrentar críticas, celos, ataques, difamaciones y complots.
llegado a nuestros días, la vida pública del Libertador San Martín
termina en 1822 con su retiro del Perú y su viaje a Europa. Este nuevo
libro de Rodolfo Terragno prueba que el «retiro» no fue tal: dos años
más tarde lo encontramos en Inglaterra cumpliendo un plan secreto cuyo
objetivo central era consolidar la independencia de Sudamérica. Como
parte de ese plan llegó a organizar un viaje de regreso al Perú -luego
frustrado- para reanudar la lucha junto a Bolívar. Bajo la forma
literaria de un diario personal, redactado en tiempo presente, este
diario incluye, junto a importantes revelaciones, curiosidades y
costumbres de aquellos años en Inglaterra, biografías de aventureros y
referencias a excéntricos personajes de la vida cortesana.
Y, a diferencia de gran parte de la bibliografía sanmartiniana -que
interesa solo a los argentinos-, se presenta a San Martín como una
figura internacional con conexiones y proyección en toda Europa y
América del Sur. El Libertador reaparece como un gran político, que
prefiere resolver los conflictos sin recurrir a la violencia, pero que
debe enfrentar críticas, celos, ataques, difamaciones y complots.