PREFACIO
Respondo a la manera de un náufrago que encuentra la playa, luego de aciagas horas de acecho continuo de la parca, porque veo en el esfuerzo de ustedes y en el de la Universidad de la gran llanura, el firme propósito de apoyar a los escritores de la tierra, de su tierra, de mi tierra.
La obra conjunta de Alberto Baquero Nariño la cual debe posar en las bibliotecas de Villavicencio y de la región, en universidades y colegios, merece ser estudiada y clasificada por ustedes al igual que la de todos los escritores llaneros, por ser uno de sus patrimonios vivos.
Respecto a la obra de la referencia sobre la que me solicitan un concepto explícito,
encuentro en ella segmentos claves sobre las raíces y las huellas... “Si las tribus de amerindia se desgonzan, el mundo perderá la oportunidad de lograr los equilibrios. Ellas salvaguardan sus sistemas funcionales íntimos mancillados por lo feudal y harán valer su estado primitivo”.
Su escritura amena facilita la comprensión de eruditos y del común. Es una obra necesaria para todos. Se trata de un texto de reflexión profunda sobre lo que somos, un compendio pertinente en los temas de la identidad, pertenencia, imaginería, es decir, de filosofía social.
Su publicación por parte de la Universidad de los Llanos será entendida como un paso al frente en la tarea de disponer de textos nuestros, que aportan al análisis teórico al más alto nivel de las vertientes populares y que siguen aferrados a la urgencia de trabajar nuevos lenguajes, ajenos a las taras del coloniaje.
Le sugerí al colega colocarle el título de Areitos caribes y joropos libertarios, dada la cruenta batalla por el resurgimiento del saber empiro mágico que enarbolamos en nuestras obras s con cantos y poemas. Alberto lo acoge y es así como se halla en cada página de este libro, como un testimonio del grito de guerra del Caribe.
Manuel Zapata Olivella”
Bogotá, 9 de abril de 2004
Respondo a la manera de un náufrago que encuentra la playa, luego de aciagas horas de acecho continuo de la parca, porque veo en el esfuerzo de ustedes y en el de la Universidad de la gran llanura, el firme propósito de apoyar a los escritores de la tierra, de su tierra, de mi tierra.
La obra conjunta de Alberto Baquero Nariño la cual debe posar en las bibliotecas de Villavicencio y de la región, en universidades y colegios, merece ser estudiada y clasificada por ustedes al igual que la de todos los escritores llaneros, por ser uno de sus patrimonios vivos.
Respecto a la obra de la referencia sobre la que me solicitan un concepto explícito,
encuentro en ella segmentos claves sobre las raíces y las huellas... “Si las tribus de amerindia se desgonzan, el mundo perderá la oportunidad de lograr los equilibrios. Ellas salvaguardan sus sistemas funcionales íntimos mancillados por lo feudal y harán valer su estado primitivo”.
Su escritura amena facilita la comprensión de eruditos y del común. Es una obra necesaria para todos. Se trata de un texto de reflexión profunda sobre lo que somos, un compendio pertinente en los temas de la identidad, pertenencia, imaginería, es decir, de filosofía social.
Su publicación por parte de la Universidad de los Llanos será entendida como un paso al frente en la tarea de disponer de textos nuestros, que aportan al análisis teórico al más alto nivel de las vertientes populares y que siguen aferrados a la urgencia de trabajar nuevos lenguajes, ajenos a las taras del coloniaje.
Le sugerí al colega colocarle el título de Areitos caribes y joropos libertarios, dada la cruenta batalla por el resurgimiento del saber empiro mágico que enarbolamos en nuestras obras s con cantos y poemas. Alberto lo acoge y es así como se halla en cada página de este libro, como un testimonio del grito de guerra del Caribe.
Manuel Zapata Olivella”
Bogotá, 9 de abril de 2004