El análisis de las pruebas TIMSS, ICFES, SABER, PISA y SABER-PRO, en las que participan los estudiantes colombianos, revela que su formación matemática es preocupante y que hay aspectos fundamentales de la misma que no son desarrollados en los procesos de enseñanza-aprendizaje, como las habilidades y estrategias cognitivas referidas a los tipos de desempeño: solución de problemas, razonamiento matemático y comunicación. Se advierte que esta problemática debe ser motivo de particular atención por parte de los docentes e investigadores en educación matemática; quienes nos preguntamos frecuentemente ¿Cómo lograr que nuestros estudiantes construyan de la mejor manera posible, su conocimiento matemático?, ¿Las metodologías aplicadas son adecuadas para ésta época de acuerdo al tipo de estudiante que se tiene?, ¿por qué los estudiantes no demuestran el saber matemático con el paso del tiempo, sienten apatía por la matemática en los diferentes grados de escolaridad y no alcanzan los niveles esperados en el área?, ¿cómo relacionar la matemática con otras áreas del conocimiento?, ¿cómo lograr la atención y el interés de los estudiantes en la orientación de los temas?
Actualmente hay un estado generalizado de incompetencia matemática, problema que se manifiesta sobre todo cuando el estudiante se enfrenta a situaciones que le exigen analizar y solucionar problemas matemáticos. Por lo general, se carece de
procesos didácticos innovadores y eficaces en el aula de clase que permitan la participación activa del estudiante para que acrediten el saber a través de un aprendizaje significativo y el desarrollo de las competencias matemáticas.
En muchos de los casos los docentes de matemáticas reducen su labor a transmitir conocimientos, sin motivar a los estudiantes para que disfruten y adquieran los conceptos matemáticos y los apliquen en sus contextos, asumiendo esta disciplina tan necesaria y útil para la vida. Lo anterior ocurre, como lo expresan Moreno y Ríos (2006) “los docentes limitan su acción educativa a repetir los conceptos matemáticos tal como aparecen en los libros de texto o en la misma forma en que le fueron enseñados, reduciendo sus clases a una algoritmización de
los conceptos que los estudiantes contemplan, memorizan y repiten en los exámenes”; lo que implica una enseñanza marcada por la manipulación de fórmulas, en lugar del análisis de estos conceptos y su aplicación en la solución de los problemas del entorno académico y social del estudiante.
Los docentes de la matemática desarrollan sus clases resolviendo ejercicios y problemas de aplicación en forma lineal, no permiten la discusión, la suposición, ni el descubrimiento. Los ejercicios son realizados de acuerdo a un modelo presentado; por esta razón se hace necesaria una visión renovada para la enseñanza de la matemática buscando superar las limitaciones en la comprensión conceptual y proponer nuevas estrategias didácticas de enseñanza que conlleven a la comprensión en el aprendizaje de ella.
Actualmente hay un estado generalizado de incompetencia matemática, problema que se manifiesta sobre todo cuando el estudiante se enfrenta a situaciones que le exigen analizar y solucionar problemas matemáticos. Por lo general, se carece de
procesos didácticos innovadores y eficaces en el aula de clase que permitan la participación activa del estudiante para que acrediten el saber a través de un aprendizaje significativo y el desarrollo de las competencias matemáticas.
En muchos de los casos los docentes de matemáticas reducen su labor a transmitir conocimientos, sin motivar a los estudiantes para que disfruten y adquieran los conceptos matemáticos y los apliquen en sus contextos, asumiendo esta disciplina tan necesaria y útil para la vida. Lo anterior ocurre, como lo expresan Moreno y Ríos (2006) “los docentes limitan su acción educativa a repetir los conceptos matemáticos tal como aparecen en los libros de texto o en la misma forma en que le fueron enseñados, reduciendo sus clases a una algoritmización de
los conceptos que los estudiantes contemplan, memorizan y repiten en los exámenes”; lo que implica una enseñanza marcada por la manipulación de fórmulas, en lugar del análisis de estos conceptos y su aplicación en la solución de los problemas del entorno académico y social del estudiante.
Los docentes de la matemática desarrollan sus clases resolviendo ejercicios y problemas de aplicación en forma lineal, no permiten la discusión, la suposición, ni el descubrimiento. Los ejercicios son realizados de acuerdo a un modelo presentado; por esta razón se hace necesaria una visión renovada para la enseñanza de la matemática buscando superar las limitaciones en la comprensión conceptual y proponer nuevas estrategias didácticas de enseñanza que conlleven a la comprensión en el aprendizaje de ella.