Cada vez hay más dentistas, más clínicas dentales, más sofisticados dentífricos y cepillos, hilos dentales y colutorios… y más caries. Los odontólogos insisten que para conservar la dentadura basta con una buena higiene dental, y sin embargo a pesar de nuestros esfuerzos, todos sabemos que en la próxima visita nos encontrarán nuevas caries para perforar y rellenar.
Todo el actual tinglado médico-cosmético se basa en una teoría errónea: la placa dental. Este paradigma se fundamenta en el principio de que nuestros dientes y nuestra saliva no sirven para nada. No tenemos defensa frente a las voraces bacterias, solo los profesionales del taladro son capaces de prolongar por unos pocos años el inevitable final: la pérdida de nuestra dentadura.
Sin embargo, hay muchos pueblos y muchas culturas en el mundo cuyos integrantes jamás se han cepillado los dientes, y apenas tienen piezas careadas. Y resulta que cuando se les ha estudiado, se ha encontrado que su excelente salud dental se debe a su dieta natural; es decir, una alimentación que no incluye ni azúcar ni ningún otro alimento procesado industrialmente.
Pero lo más grave que la odontología oficial ignora o silencia, es que nuestros dientes están vivos y tienen mecanismos de defensa y regeneración. Son varios los científicos que hace años demostraron que por los túbulos de la dentina circula el fluido dentinal, encargado de mantener nuestros dientes vivos, sanos y mineralizados, a prueba de cualquier bacteria.
¿Entonces qué hacer para evitar al dentista y mantener una dentadura sana? Pues lo mismo que se aconseja para evitar todo tipo de enfermedades: una dieta basada en alimentos naturales no procesados, no industrializados. Lo mismo que comían nuestras abuelas.
El autor
Juan Carlos Mirre es profesor y Licenciado en Ciencias Naturales por la Universidad de Buenos Aires y doctorado por la Sorbona de París. Ha dedicado muchos años a las Ciencias de la Tierra y la conservación del medio ambiente, así como al estudio de la biología y en especial a su relación con los minerales presentes en los suelos de nuestro planeta.
Formado en Naturopatía, Homeopatía y Medicina Tradicional China, imparte cursos sobre terapias naturales y colabora en distintos medios periodísticos divulgando las últimas investigaciones científicas sobre la importancia de los minerales para el mantenimiento de una buena salud. En sus artículos y cursos destaca la importancia de los métodos biológicos naturales para el tratamiento de diversas enfermedades.
Todo el actual tinglado médico-cosmético se basa en una teoría errónea: la placa dental. Este paradigma se fundamenta en el principio de que nuestros dientes y nuestra saliva no sirven para nada. No tenemos defensa frente a las voraces bacterias, solo los profesionales del taladro son capaces de prolongar por unos pocos años el inevitable final: la pérdida de nuestra dentadura.
Sin embargo, hay muchos pueblos y muchas culturas en el mundo cuyos integrantes jamás se han cepillado los dientes, y apenas tienen piezas careadas. Y resulta que cuando se les ha estudiado, se ha encontrado que su excelente salud dental se debe a su dieta natural; es decir, una alimentación que no incluye ni azúcar ni ningún otro alimento procesado industrialmente.
Pero lo más grave que la odontología oficial ignora o silencia, es que nuestros dientes están vivos y tienen mecanismos de defensa y regeneración. Son varios los científicos que hace años demostraron que por los túbulos de la dentina circula el fluido dentinal, encargado de mantener nuestros dientes vivos, sanos y mineralizados, a prueba de cualquier bacteria.
¿Entonces qué hacer para evitar al dentista y mantener una dentadura sana? Pues lo mismo que se aconseja para evitar todo tipo de enfermedades: una dieta basada en alimentos naturales no procesados, no industrializados. Lo mismo que comían nuestras abuelas.
El autor
Juan Carlos Mirre es profesor y Licenciado en Ciencias Naturales por la Universidad de Buenos Aires y doctorado por la Sorbona de París. Ha dedicado muchos años a las Ciencias de la Tierra y la conservación del medio ambiente, así como al estudio de la biología y en especial a su relación con los minerales presentes en los suelos de nuestro planeta.
Formado en Naturopatía, Homeopatía y Medicina Tradicional China, imparte cursos sobre terapias naturales y colabora en distintos medios periodísticos divulgando las últimas investigaciones científicas sobre la importancia de los minerales para el mantenimiento de una buena salud. En sus artículos y cursos destaca la importancia de los métodos biológicos naturales para el tratamiento de diversas enfermedades.