SINOPSIS
Internet tiene muchos peligros: te roban los datos, suplantan tu personalidad, te inundan de virus, usan la memoria de tu ordenador con fines comerciales y, si te descuidas, hasta te formatean el disco duro. Pero también tiene alguna cosa buena. Por ejemplo, permite que dos escritores se comuniquen desde ambas orillas del Atlántico: uno, en el centro de la península ibérica; el otro, en el centro de América. A vuelta de correo, estos dos escritores han seguido los pasos de Óscar, Mariana y Nacho, los tres personajes principales de Dirás que no es mentira.
Nunca sabremos por qué Óscar se marchó a Managua. Su novia, Mariana, está convencida de que huía del compromiso. Su amigo de siempre, Nacho, taxista, alcohólico y mentiroso, le escribe un mes más tarde un correo electrónico con una revelación inesperada que pone en marcha un mecanismo de mentiras, verdades a medias, palabras mal entendidas, recelos y deseos de venganza. Después de aquella carta los tres se sumergen en un mundo de espías, agentes dobles, secuestradores, confidentes y terroristas del que les costará salir con vida.
Una novela de humor e intriga escrita a cuatro manos y compuesta de cartas, conversaciones telefónicas, informes policiales y noticias de periódico que reconstruyen la peripecia de los tres personajes con la sospecha de que todos pueden estar mintiendo: para ocultar unos cuernos, para despistar a los espías o porque alguien está empeñado en enredar todavía más las tesis conspirativas de los atentados del once de marzo. Lo que comenzó como una infidelidad de pareja acabará convertido en un problema de Estado y la vida ya nunca volverá a ser como era, ni para los personajes ni para los escritores. Porque todo lo que dices y cuanto escribes siempre puede ser utilizado en tu contra.
Internet tiene muchos peligros: te roban los datos, suplantan tu personalidad, te inundan de virus, usan la memoria de tu ordenador con fines comerciales y, si te descuidas, hasta te formatean el disco duro. Pero también tiene alguna cosa buena. Por ejemplo, permite que dos escritores se comuniquen desde ambas orillas del Atlántico: uno, en el centro de la península ibérica; el otro, en el centro de América. A vuelta de correo, estos dos escritores han seguido los pasos de Óscar, Mariana y Nacho, los tres personajes principales de Dirás que no es mentira.
Nunca sabremos por qué Óscar se marchó a Managua. Su novia, Mariana, está convencida de que huía del compromiso. Su amigo de siempre, Nacho, taxista, alcohólico y mentiroso, le escribe un mes más tarde un correo electrónico con una revelación inesperada que pone en marcha un mecanismo de mentiras, verdades a medias, palabras mal entendidas, recelos y deseos de venganza. Después de aquella carta los tres se sumergen en un mundo de espías, agentes dobles, secuestradores, confidentes y terroristas del que les costará salir con vida.
Una novela de humor e intriga escrita a cuatro manos y compuesta de cartas, conversaciones telefónicas, informes policiales y noticias de periódico que reconstruyen la peripecia de los tres personajes con la sospecha de que todos pueden estar mintiendo: para ocultar unos cuernos, para despistar a los espías o porque alguien está empeñado en enredar todavía más las tesis conspirativas de los atentados del once de marzo. Lo que comenzó como una infidelidad de pareja acabará convertido en un problema de Estado y la vida ya nunca volverá a ser como era, ni para los personajes ni para los escritores. Porque todo lo que dices y cuanto escribes siempre puede ser utilizado en tu contra.