Verrinas, exitoso discurso en la acusación que Cicerón formuló como abogado contra un corrupto gobernador de Sicilia, es una de las más grandes piezas oratorias latinas.
Este volumen incluye parte de las Verrinas, una de las más destacadas piezas discursivas de Cicerón. En el año 70 a.C. formuló, a petición del pueblo siciliano, una acusación contra Gayo Verres, corrupto gobernador de Sicilia entre los años 73 y 70 a.C., y a quien defendía Hortensio, un famoso abogado. Tal fue la brillantez oratoria de Cicerón que, tras su primer discurso como acusador, Verres abandonó el caso y se exilió a Massilia (Marsella). De todos modos, Cicerón publicó ese primer discurso y los cinco extensos apartados que debían haber constituido la segunda fase del juicio, y la excelencia del discurso, así como la constatación de los grandes trabajos preliminares, le reportaron de inmediato una enorme fama como abogado y cruzado contra la corrupción.
A diferencia de la práctica en los discursos forenses griegos, que pronunciaba el litigante, en Roma contaba mucho la personalidad y el prestigio del abogado. Cicerón aparece en Verrinas como un hombre joven y valeroso, un hombre «nuevo», con un tono vehemente y hasta declamatorio proclive a la invectiva, que le valió el apoyo de los oyentes y, después, el de los lectores.