Dolor cubano, es un dolor conocido por muchos, desde puntos diferentes, cómo todo lo relacionado con política, pero este libro no trata de eso, este libro no es política, aunque decir cubano, es casi clasificarte como eso.
Este libro, es el dolor profundo del pecho de los cubanos, el dolor desgarrador de abandonar tu país y no poder volver a él, perder todos tus derechos, a tus casas, a tus propiedas, tu condición cubana, al derecho absoluto de todo ser de poder pisar la tierra madre que nos dio la vida.
Puedo decir que no hay ningún país que sufra esta terrible desmembración de la familia, este irte para no volver quizás, nunca jamás. La mayoría de las personas que emigran a otro país, siempre tienen la opción de pisar su tierra y empezar una vida nueva, pero ser cubano, es ser hijo de nadie, al irte a otras tierras, y aunque a muchos nos adoptan y agradecemos infinitamente la nueva Patria, nos queda una herida eterna, dentro del alma, el destierro total de nuestra madre Patria.
No le deseo esa sensación a ningún ser humano, porque saber que tienes una madre patria donde posar tus pies, aunque sea para morir, es un derecho que deberíamos de tener todos los seres humanos.
Mi dolor, no es sólo el dolor de irme de mi Isla, de dejar mis amigos, mi familia, mi cielo y mis palmas, mi dolor, como el de todos los cubanos, es un dolor eterno, un adiós definitivo a nuestra tierra.
Quiéres saber de nosotros? Nuestra verdad? El dolor de las madres al ver hecharse al mar un hijo cubano, para llegar a tierras de libertad o a morir? Pues te entrego mis sencillas letras, ellas no son política, son el dolor de un alma cubana.
Puedo escribir después de 22 años de exilio
después de ser americana
después de haber llorado tristemente
un 11 de septiembre
donde sentí el dolor de la que es ahora mi tierra
donde sentí que podía defenderla
con tanto amor
como amé mi Patria
puedo escribir en dos tiempos
como dos personas
tan distintas
después de 22 años de desarrollo
y aún, aunque mi alma es la misma
algo a pesar de todo
a pesar de mis cambios totales de mi yo
no ha cambiado
yo sigo siendo cubana
porque es demasiada ardiente mi sangre
para vivir en el polo
demasiado ágil mi mente para ser esclava
demasiado desarrollado mi intelecto
para aceptar ser anulada
por eso puedo tan distinta ahora a la de antes
retomar la historia llena de lágrimas de mi primer libro
“Dolor cubano” y ponerlo en tus manos...
Janett Camps la autora
Este libro, es el dolor profundo del pecho de los cubanos, el dolor desgarrador de abandonar tu país y no poder volver a él, perder todos tus derechos, a tus casas, a tus propiedas, tu condición cubana, al derecho absoluto de todo ser de poder pisar la tierra madre que nos dio la vida.
Puedo decir que no hay ningún país que sufra esta terrible desmembración de la familia, este irte para no volver quizás, nunca jamás. La mayoría de las personas que emigran a otro país, siempre tienen la opción de pisar su tierra y empezar una vida nueva, pero ser cubano, es ser hijo de nadie, al irte a otras tierras, y aunque a muchos nos adoptan y agradecemos infinitamente la nueva Patria, nos queda una herida eterna, dentro del alma, el destierro total de nuestra madre Patria.
No le deseo esa sensación a ningún ser humano, porque saber que tienes una madre patria donde posar tus pies, aunque sea para morir, es un derecho que deberíamos de tener todos los seres humanos.
Mi dolor, no es sólo el dolor de irme de mi Isla, de dejar mis amigos, mi familia, mi cielo y mis palmas, mi dolor, como el de todos los cubanos, es un dolor eterno, un adiós definitivo a nuestra tierra.
Quiéres saber de nosotros? Nuestra verdad? El dolor de las madres al ver hecharse al mar un hijo cubano, para llegar a tierras de libertad o a morir? Pues te entrego mis sencillas letras, ellas no son política, son el dolor de un alma cubana.
Puedo escribir después de 22 años de exilio
después de ser americana
después de haber llorado tristemente
un 11 de septiembre
donde sentí el dolor de la que es ahora mi tierra
donde sentí que podía defenderla
con tanto amor
como amé mi Patria
puedo escribir en dos tiempos
como dos personas
tan distintas
después de 22 años de desarrollo
y aún, aunque mi alma es la misma
algo a pesar de todo
a pesar de mis cambios totales de mi yo
no ha cambiado
yo sigo siendo cubana
porque es demasiada ardiente mi sangre
para vivir en el polo
demasiado ágil mi mente para ser esclava
demasiado desarrollado mi intelecto
para aceptar ser anulada
por eso puedo tan distinta ahora a la de antes
retomar la historia llena de lágrimas de mi primer libro
“Dolor cubano” y ponerlo en tus manos...
Janett Camps la autora