Los expedientes de una guerra permanente.
Más de diez años después de su primera edición, este libro se revela como un clásico fundamental para comprender el proceso histórico que derivó en la llamada "guerra contra las drogas".
Drogas sin fronteras describe la relación entre México y Estados Unidos sobre el narcotráfico durante el periodo que va de 1916 a 1970.
La investigación de Luis Astorga, basada en el monumental acervo de los Archivos Nacionales de College Park, Maryland, reafirma su vigencia en el marco de una potencial reorientación de la política de seguridad y drogas del gobierno mexicano, cuyos alcances siempre han estado dramáticamente subordinados a los intereses de Estados Unidos en la agenda binacional.
El libro, que abarca las primeras seis décadas del siglo XX, muestra las condiciones que hicieron posible la consolidación de un esquema prohibicionista de ciertas drogas en México, así como los argumentos, prejuicios, mitos y chantajes diplomáticos que lo fundamentaron. Es un referente para entender mejor el proceso de sedimentación jurídica, social y psicológica de categorías y esquemas de percepción sobre algunas sustancias psicoactivas y sobre quienes se dedican a producirlas, comercializarlas y consumirlas.
Seguir los lineamientos impuestos por Estados Unidos y actuar convencidos de que son los mejores, sin margen para una política independiente, o sin un consenso internacional previo, ha llevado a México a un callejón sin salida con costos sociales, económicos, políticos y culturales muy altos. ¿Un siglo de fracasos no es suficiente para buscar y ensayar nuevas vías?
Más de diez años después de su primera edición, este libro se revela como un clásico fundamental para comprender el proceso histórico que derivó en la llamada "guerra contra las drogas".
Drogas sin fronteras describe la relación entre México y Estados Unidos sobre el narcotráfico durante el periodo que va de 1916 a 1970.
La investigación de Luis Astorga, basada en el monumental acervo de los Archivos Nacionales de College Park, Maryland, reafirma su vigencia en el marco de una potencial reorientación de la política de seguridad y drogas del gobierno mexicano, cuyos alcances siempre han estado dramáticamente subordinados a los intereses de Estados Unidos en la agenda binacional.
El libro, que abarca las primeras seis décadas del siglo XX, muestra las condiciones que hicieron posible la consolidación de un esquema prohibicionista de ciertas drogas en México, así como los argumentos, prejuicios, mitos y chantajes diplomáticos que lo fundamentaron. Es un referente para entender mejor el proceso de sedimentación jurídica, social y psicológica de categorías y esquemas de percepción sobre algunas sustancias psicoactivas y sobre quienes se dedican a producirlas, comercializarlas y consumirlas.
Seguir los lineamientos impuestos por Estados Unidos y actuar convencidos de que son los mejores, sin margen para una política independiente, o sin un consenso internacional previo, ha llevado a México a un callejón sin salida con costos sociales, económicos, políticos y culturales muy altos. ¿Un siglo de fracasos no es suficiente para buscar y ensayar nuevas vías?