Theresa vive con sus dos mejores amigos, Justin y Phillip. Nunca cruzó la mente de Theresa que pudiera haber potencial para algo más entre ellos. No hasta recientemente. Ella empieza a tener pensamientos que nunca tuvo antes; celos de las otras chicas bonitas que ellos traen a casa de los clubes nocturnos y las cenas bien tarde. Pero ¿por cuál de ellos se decidirá? ¿No podría simplemente tenerlos a ambos?
Esta es una historia erótica explícita de aproximadamente 5.200 palabras. Contiene lenguaje gráfico y temas sexuales. Está dirigida solo a adultos interesados en este tipo de material para su consumo en jurisdicciones donde su venta y disfrute no violan leyes locales.
Extracto:
“Necesitamos hablar contigo,” dijo suavemente, tenía la misma mirada en sus ojos que había tenido hace un rato. Mi vientre instantáneamente respondió, haciendo esa cosa que se siente como si todo se estuviera convirtiendo en líquido. Debí haberme quedado mirándolo fijamente, pero a él no pareció importarle. De hecho, me ofreció la sombra de una sonrisa mientras peinaba una parte de mi cabello, apartándolo de mi rostro.
Él se volteó y me llevó hacia el sofá, sus dedos se entrelazaron con los míos. Phillip se nos unió cuando estábamos a mitad de camino, con una similar mirada en sus ojos. No sabía qué era, pero había algo en esa mirada azul que hacía que mis rodillas quisieran ceder.
¿Qué diablos sucedía conmigo? ¿Por qué repentinamente tenía todos esos pensamientos, esas necesidades por dos hombres a los cuales había conocido casi toda mi vida? ¿Por qué sólo quería que ellos… Dios, ¿por qué mis pensamientos tomaban esa dirección?
Esta es una historia erótica explícita de aproximadamente 5.200 palabras. Contiene lenguaje gráfico y temas sexuales. Está dirigida solo a adultos interesados en este tipo de material para su consumo en jurisdicciones donde su venta y disfrute no violan leyes locales.
Extracto:
“Necesitamos hablar contigo,” dijo suavemente, tenía la misma mirada en sus ojos que había tenido hace un rato. Mi vientre instantáneamente respondió, haciendo esa cosa que se siente como si todo se estuviera convirtiendo en líquido. Debí haberme quedado mirándolo fijamente, pero a él no pareció importarle. De hecho, me ofreció la sombra de una sonrisa mientras peinaba una parte de mi cabello, apartándolo de mi rostro.
Él se volteó y me llevó hacia el sofá, sus dedos se entrelazaron con los míos. Phillip se nos unió cuando estábamos a mitad de camino, con una similar mirada en sus ojos. No sabía qué era, pero había algo en esa mirada azul que hacía que mis rodillas quisieran ceder.
¿Qué diablos sucedía conmigo? ¿Por qué repentinamente tenía todos esos pensamientos, esas necesidades por dos hombres a los cuales había conocido casi toda mi vida? ¿Por qué sólo quería que ellos… Dios, ¿por qué mis pensamientos tomaban esa dirección?