Ecce homo. Cómo se llega a ser lo que se es (alemán: Ecce homo. Wie man wird, was man ist, 1888) es uno de los últimos libros del filósofo alemán Friedrich Nietzsche y está considerado como uno de los más agudos y desesperados retratos autobiográficos de la literatura moderna.
En él, Nietzsche, casi al borde de la crisis que le llevará a ser internado en un hospital psiquiátrico, pretende realizar un último intento por dar a conocer su filosofía, presentándose a sí mismo como autor de las obras que, según él, cambiarían la historia del pensamiento y quizá el curso de la Historia misma. El filósofo alemán se descubre a sí mismo como portador y emblema del valor dicotómico que distingue su filosofía: describe y relee toda su vida bajo la feliz óptica de lo dionisiaco. En este sentido, terminará su autobiografía con una pregunta: "¿Cristo o Dioniso?", identificando al Cristianismo con la negación extrema de los valores vitales postulados por él en su concepción del Übermensch (superhombre o suprahombre).
Ecce homo es quizá uno de los intentos más conscientemente escandalosos y provocadores de toda la obra de Nietzsche, quien con sus hipérboles buscaba desquiciar el puritanismo creciente de la mentalidad europea de aquel periodo. De hecho, probablemente para evitar tener que hacer frente a exégesis "escandalosas", fue simplemente descartado por la mayoría, y no sólo por sus enemigos "teóricos", como la obra de un loco. Más tarde, sin embargo, contó este libro entre sus admiradores al mismo Sigmund Freud, que animó a sus colegas, en una de las reuniones de la recién nacida Sociedad de Psicología, a no pasarlo por alto y a considerar la profunda e impresionante lucidez que emana de la obra.
En él, Nietzsche, casi al borde de la crisis que le llevará a ser internado en un hospital psiquiátrico, pretende realizar un último intento por dar a conocer su filosofía, presentándose a sí mismo como autor de las obras que, según él, cambiarían la historia del pensamiento y quizá el curso de la Historia misma. El filósofo alemán se descubre a sí mismo como portador y emblema del valor dicotómico que distingue su filosofía: describe y relee toda su vida bajo la feliz óptica de lo dionisiaco. En este sentido, terminará su autobiografía con una pregunta: "¿Cristo o Dioniso?", identificando al Cristianismo con la negación extrema de los valores vitales postulados por él en su concepción del Übermensch (superhombre o suprahombre).
Ecce homo es quizá uno de los intentos más conscientemente escandalosos y provocadores de toda la obra de Nietzsche, quien con sus hipérboles buscaba desquiciar el puritanismo creciente de la mentalidad europea de aquel periodo. De hecho, probablemente para evitar tener que hacer frente a exégesis "escandalosas", fue simplemente descartado por la mayoría, y no sólo por sus enemigos "teóricos", como la obra de un loco. Más tarde, sin embargo, contó este libro entre sus admiradores al mismo Sigmund Freud, que animó a sus colegas, en una de las reuniones de la recién nacida Sociedad de Psicología, a no pasarlo por alto y a considerar la profunda e impresionante lucidez que emana de la obra.