Esta biografía, cuyo autor Francesco Salvarani, ha procurado que fuese casi "autobiográfica" porque nos remite constantemente a las obras y cartas de quien acabó sien-do santa Teresa Benedicta de la Cruz, está considerada por muchos como la más completa y divulgativa. En efecto, recorre tanto su vida como hija de Israel como hija de la Iglesia, pasando por su fase atea e indiferente. Al mismo tiempo, Salvarani nos mete, paso a paso, dentro del alma de esta mujer fuerte e inteligente, que vivió intensamente dramáticos acontecimientos de la historia europea entre 1891 y 1942.
Juan Pablo II la beatificó (1987), la canonizó (1998) y, un año después, la proclamó copatrona de Europa.
Juan Pablo II la beatificó (1987), la canonizó (1998) y, un año después, la proclamó copatrona de Europa.