La confianza Clyde Haider fue severamente arrebata cuando su ex novio lo engaño con su hermano. En consecuencia, a eso, es desconfiado y le cuesta comenzar cualquier relación con algún otro hombre. Evita a su familia la mayoría del tiempo para no tener que pasar la vergüenza de estar en la misma habitación que su hermano y su ex. Pero sus padres no permitieron esta vez que se escapara de las vacaciones navideñas. Eso lo dejo con una última opción. “Encontrar con urgencia un novio para no presentarse solo”, pero dado el hecho que no había tenido ni una cita en los últimos meses la situación era complicada. Así que no le quedo más opción que contratar un servicio de acompañantes masculinos. ¿Qué podría salir mal? Pagaría diez mil dólares por un novio rentado, visitaría a su familia y le demostraría a su ex novio que lo había superado.
Elliot Dohrn no estaba teniendo unas buenas fiestas, por tener sexo con quien no debía, estaba a punto de perder su empleo. Forzado a tener vacaciones obligatorias después de años sin tener siquiera un día libre, se ve a sí mismo sin saber qué hacer. Eso fue hasta que un hermoso rubio se plantó delante de él reclamándole su tardanza. No supo que había sucedido hasta que se vio enfrascado en una travesía que ni siquiera imagino. Ahora tenía que aparentar ser un Novio contratado de un servicio de acompañantes masculinos. Ni si siquiera estaba seguro que algo así existiera, pero cuando vio esos hermosos ojos avellana no pudo desmentir que no era a quien Clyde había contratado. Diez días en Aspen fingiendo ser el novio de este chico sonaba mucho mejor que diez días solo en la playa sumido en su auto compasión.
Elliot Dohrn no estaba teniendo unas buenas fiestas, por tener sexo con quien no debía, estaba a punto de perder su empleo. Forzado a tener vacaciones obligatorias después de años sin tener siquiera un día libre, se ve a sí mismo sin saber qué hacer. Eso fue hasta que un hermoso rubio se plantó delante de él reclamándole su tardanza. No supo que había sucedido hasta que se vio enfrascado en una travesía que ni siquiera imagino. Ahora tenía que aparentar ser un Novio contratado de un servicio de acompañantes masculinos. Ni si siquiera estaba seguro que algo así existiera, pero cuando vio esos hermosos ojos avellana no pudo desmentir que no era a quien Clyde había contratado. Diez días en Aspen fingiendo ser el novio de este chico sonaba mucho mejor que diez días solo en la playa sumido en su auto compasión.