Martin Van Gelder es un magnate del arte al que las cosas le marchan de maravilla. Posee una buena posición social, una buena casa, un buen coche y una mujer que como él mismo dice <>. Pero algo inesperado sucede en su vida, algo que lo obliga a desear desaparecer de su mundo. Sin embargo, algunas veces, los sueños se hacen realidad. Una realidad que lo llevará a compartir cama con sus más admiradas mujeres de de la historia. Míticas reinas del antiguo Egipto, divas del jazz de los años 50 y estrellas del Hollywood dorado lo tomaran como amante y como Dios. Pero no todas sus conquistas serán fáciles, pues tendrá que enfrentarse a poderosos adversarios, archiconocidos personajes del mundo de la música, del cine, de la política y de la mafia.
El Amante del Tiempo es una novela de MUY ALTO GRADO, en la que sus protagonistas saltan de un amor a otro casi sin dar tiempo a su conquista. El SEXO EXPLÍCITO acompaña en todo momento, convirtiéndose en la principal vía de unión entre los personajes. Una tórrida y excitante historia SUBIDA DE TONO centrada en la frenética vida de la alta sociedad y en la hipocresía que día a día comparte nuestras vidas. El Madrid actual y el franquista de mediados de siglo; Barcelona y la costa catalana en esos mismos años; Tebas, la antigua Luxor egipcia; Nueva York y Los Ángeles, en los años 50; Las Vegas, en su célebre 1960; y otros destinos más; se convierten en los escenarios para los romances y devaneos sexuales más apasionados de cuantos se puedan imaginar.
El Amante del Tiempo es una novela de MUY ALTO GRADO, en la que sus protagonistas saltan de un amor a otro casi sin dar tiempo a su conquista. El SEXO EXPLÍCITO acompaña en todo momento, convirtiéndose en la principal vía de unión entre los personajes. Una tórrida y excitante historia SUBIDA DE TONO centrada en la frenética vida de la alta sociedad y en la hipocresía que día a día comparte nuestras vidas. El Madrid actual y el franquista de mediados de siglo; Barcelona y la costa catalana en esos mismos años; Tebas, la antigua Luxor egipcia; Nueva York y Los Ángeles, en los años 50; Las Vegas, en su célebre 1960; y otros destinos más; se convierten en los escenarios para los romances y devaneos sexuales más apasionados de cuantos se puedan imaginar.