Cuando su hermana se presentó en la puerta de su hogar después de una larga ausencia y le pidió cinco mil dólares para cubrir una apuesta y recuperar en el proceso una reliquia familiar, Angelic supo que sus problemas no hacían más que comenzar.
Ahora tendría que recuperar el collar de perlas que su hermana había perdido a las cartas y para ello debería enfrentarse con el propietario de uno de los más exclusivos clubs privados de la ciudad, un club en el que las fantasías y el pecado eran los protagonistas.
La Maschera era un hombre acostumbrado a hacer su voluntad. El club Shalderia era su fortaleza, la seducción y el deseo sus armas, todo aquello que deseaba lo conseguía y la pequeña y belicosa mujer que le exigía la devolución del collar de perlas que su hermana entregó como pago de la deuda contraída en las mesas de juego, no iba a ser menos.
Cuatro noches en el Shalderia a merced del amo del juego y el collar sería suyo, ¿se atreverá Angelic a jugar según las reglas?
Ahora tendría que recuperar el collar de perlas que su hermana había perdido a las cartas y para ello debería enfrentarse con el propietario de uno de los más exclusivos clubs privados de la ciudad, un club en el que las fantasías y el pecado eran los protagonistas.
La Maschera era un hombre acostumbrado a hacer su voluntad. El club Shalderia era su fortaleza, la seducción y el deseo sus armas, todo aquello que deseaba lo conseguía y la pequeña y belicosa mujer que le exigía la devolución del collar de perlas que su hermana entregó como pago de la deuda contraída en las mesas de juego, no iba a ser menos.
Cuatro noches en el Shalderia a merced del amo del juego y el collar sería suyo, ¿se atreverá Angelic a jugar según las reglas?