Marta se ha comportado toda su vida como la chica buena e introvertida que todos los adultos le enseñaron que debía ser. Hasta que cumple 18 años y su madre se va a vivir 2 meses a sudamérica por trabajo, dejándola sola en casa con sus abuelos a 15 minutos de distancia.
Y es que Marta nunca ha tenido padre, pero nunca ha querido defraudar a nadie. Ahora, sin cadenas y sin red que la sujeten, no sabe cómo lidiar con su independencia y su mayoría de edad. No sabe qué hacer cuando le piden que de una fiesta en casa, pero menos todavía cuando Juan, un completo desconocido, es invitado a la fiesta por una amiga.
Juan resultó ser el hombre perfecto. Alto, atractivo, educado y formal pero con un fondo de chico malo, y con la capacidad de dejarla descolorada. Pero diez años mayor que ella. Su mundo patas arriba, así se sentía el universo de Marta.
Ahora se veía aventurándose en una relación de pareja con un arquitecto que tenía una banda de rock en su tiempo libre. Se veía “dueña al mando” de su casa, y con las riendas de su destino. Pero la universidad no empezaría hasta Septiembre, y aún eran finales de Junio. Tenía todo el verano hasta que volviese su madre. Todo un verano para saber qué hacer con Juan, con su vida, y qué implicaciones tenía ser adulta.
Y es que Marta nunca ha tenido padre, pero nunca ha querido defraudar a nadie. Ahora, sin cadenas y sin red que la sujeten, no sabe cómo lidiar con su independencia y su mayoría de edad. No sabe qué hacer cuando le piden que de una fiesta en casa, pero menos todavía cuando Juan, un completo desconocido, es invitado a la fiesta por una amiga.
Juan resultó ser el hombre perfecto. Alto, atractivo, educado y formal pero con un fondo de chico malo, y con la capacidad de dejarla descolorada. Pero diez años mayor que ella. Su mundo patas arriba, así se sentía el universo de Marta.
Ahora se veía aventurándose en una relación de pareja con un arquitecto que tenía una banda de rock en su tiempo libre. Se veía “dueña al mando” de su casa, y con las riendas de su destino. Pero la universidad no empezaría hasta Septiembre, y aún eran finales de Junio. Tenía todo el verano hasta que volviese su madre. Todo un verano para saber qué hacer con Juan, con su vida, y qué implicaciones tenía ser adulta.