Ana Clavel, autora de Las Violetas son flores del deseo ofrece a sus lectores una novela erótica, plena de transgresión, con un tratamiento impecable.
La autora ha ganado el Premio Nacional de Cuento "Gilberto Owen" en 1991, la Medalla de Plata 2004 de la Société Académique "Arts-Sciences-Lettres" de Francia y el Premio de Novela Corta Juan Rulfo 2005 de Radio Francia Internacional.
Artemisa tiene unos cuatro años cuando sorprende a sus padres haciendo el amor. Ellos la incorporan, con alegría, al goce sensual: lamen su piel ungida con crema y frutas. Al morir sus padres, el padrastro de la niña va guiándola, con amor, sabiduría y sutileza, al encuentro de sus sensaciones, de su erotismo, del goce... cosa que ella siempre le agradecerá, incluso cuando va a verlo al hospital porque él cae gravemente enfermo y es operado hacia el final de la novela.
Artemisa se convierte en una joven liberal, desenvuelta, llena de ansias deexplorar, las cuales satisface yéndose a un enclave turístico lleno de playas, sol, amantes y el encuentro con las delicias de la buena mesa. Ahí aprende esos secretos y otros muchos, desarrolla sus talentos, inventa, innova, explora, y eso la lleva a ser una gran chef y a abrir su propio restaurante, llamado Corazón de lobo. Todo esto mientras reflexiona sobre sí misma y sobre sus similitudes con otras mujeres nínficas: Alicia Liddell, Lolita o Caperucita Roja.
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La autora ha ganado el Premio Nacional de Cuento "Gilberto Owen" en 1991, la Medalla de Plata 2004 de la Société Académique "Arts-Sciences-Lettres" de Francia y el Premio de Novela Corta Juan Rulfo 2005 de Radio Francia Internacional.
Artemisa tiene unos cuatro años cuando sorprende a sus padres haciendo el amor. Ellos la incorporan, con alegría, al goce sensual: lamen su piel ungida con crema y frutas. Al morir sus padres, el padrastro de la niña va guiándola, con amor, sabiduría y sutileza, al encuentro de sus sensaciones, de su erotismo, del goce... cosa que ella siempre le agradecerá, incluso cuando va a verlo al hospital porque él cae gravemente enfermo y es operado hacia el final de la novela.
Artemisa se convierte en una joven liberal, desenvuelta, llena de ansias deexplorar, las cuales satisface yéndose a un enclave turístico lleno de playas, sol, amantes y el encuentro con las delicias de la buena mesa. Ahí aprende esos secretos y otros muchos, desarrolla sus talentos, inventa, innova, explora, y eso la lleva a ser una gran chef y a abrir su propio restaurante, llamado Corazón de lobo. Todo esto mientras reflexiona sobre sí misma y sobre sus similitudes con otras mujeres nínficas: Alicia Liddell, Lolita o Caperucita Roja.
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