En la cuarta entrega de la serie, la aparición del cadáver de un conocido galerista de Visby obliga al comisario Anders Knutas a investigar en el mundo del arte, un ambiente elitista pero mucho más turbio de lo que parece, en el cual la venta de obras de arte robadas y la prostitución masculina están a la orden del día.
En una fría mañana de invierno, aparece el cadáver de un hombre colgando de una de las puertas de la muralla de Visby, en la isla de Gotland. Se trata de Egon Wallin, un reputado galerista. Descartada la hipótesis del suicidio, el comisario Anders Knutas debe, una vez más, dejar de lado sus problemas personales para centrarse en este enigmático crimen. Anders Knutas no tarda en descubrir que la esposa del fallecido tenía un amante y que la pareja no atravesaba su mejor momento. Es ella quien pone al policía sobre una valiosa pista al descubrir en su desván diversos cuadros robados de conocidos artistas suecos. Pero no se trata del único secreto del difunto galerista. A espaldas de su mujer, Egon Wallin había hecho planes para empezar una nueva vida a solas. ¿Y qué relación hay entre su muerte y el misterioso robo de una famosa pintura llamada El dandi moribundo? Johan Berg, que ha regresado a la isla para pasar unos días con su prometida Emma y su hija recién nacida, intentará, a su manera, ayudar a Knutas en la investigación.