El comienzo y el final, el segundo libro de la Trilogía más vendida en Europa.
Estas mujeres, anónimas armaron una cordillera desde Niza hasta Cataluña para salvar, entre 1941 y 1945, a cientos de víctimas potenciales del holocausto nazi, entre Ellos muchos niños. “Entre 1939 y 1945, fueron presas en campos de concentración un número indeterminado de europeos, de los cuales un cuarenta por ciento de ellos fueron mujeres y niños, cuya letalidad fue considerablemente mayor dadas sus condiciones de vulnerabilidad. Su único delito, marcar la diferencia…..En Nacionalidad, credo, clase social e ideología política. Cientos de mujeres fueron agrupadas y clasificadas en función de sus condiciones o características sociales, raciales etc….Delincuentes comunes, homosexuales, judías, presas políticas. Todas ellas fueron marcadas y señaladas con un triángulo de un color distintivo y un número de matrícula. Perdiendo desde ese momento su identidad y transformándose en un número, una estadística más, una de tantas víctimas de estos actos y muchos, que han marcado la historia de la degradación y violencia contra el ser humano , en especial contra “La mujer”.
“La maldad llegó al paroxismo en los experimentos médicos. "Cuando me dijeron 'te enseñaremos a las petites lapines' -conejitas-, yo, inocente, preguntaba si acaso conseguiríamos conejos para comérnoslos. Nos llevaron a un barracón donde vi mujeres a las que les habían operado las piernas, cortado tendones, los músculos, rasgado la piel, se les veía el hueso, todo para experimentar con el cuerpo humano. Tenían unas…"Y recuerde, yo nunca tuve miedo, ¡jamás! Yo era una luchadora".
LISE LONDON
Estas mujeres, anónimas armaron una cordillera desde Niza hasta Cataluña para salvar, entre 1941 y 1945, a cientos de víctimas potenciales del holocausto nazi, entre Ellos muchos niños. “Entre 1939 y 1945, fueron presas en campos de concentración un número indeterminado de europeos, de los cuales un cuarenta por ciento de ellos fueron mujeres y niños, cuya letalidad fue considerablemente mayor dadas sus condiciones de vulnerabilidad. Su único delito, marcar la diferencia…..En Nacionalidad, credo, clase social e ideología política. Cientos de mujeres fueron agrupadas y clasificadas en función de sus condiciones o características sociales, raciales etc….Delincuentes comunes, homosexuales, judías, presas políticas. Todas ellas fueron marcadas y señaladas con un triángulo de un color distintivo y un número de matrícula. Perdiendo desde ese momento su identidad y transformándose en un número, una estadística más, una de tantas víctimas de estos actos y muchos, que han marcado la historia de la degradación y violencia contra el ser humano , en especial contra “La mujer”.
“La maldad llegó al paroxismo en los experimentos médicos. "Cuando me dijeron 'te enseñaremos a las petites lapines' -conejitas-, yo, inocente, preguntaba si acaso conseguiríamos conejos para comérnoslos. Nos llevaron a un barracón donde vi mujeres a las que les habían operado las piernas, cortado tendones, los músculos, rasgado la piel, se les veía el hueso, todo para experimentar con el cuerpo humano. Tenían unas…"Y recuerde, yo nunca tuve miedo, ¡jamás! Yo era una luchadora".
LISE LONDON